sábado, 11 de octubre de 2008

ojalá no os hubiera conocido nunca.

Sabías que mi vida no valía nada. Lo sabías y no me habías dicho nada. Sólo me asentías con la cabeza. "Aún tienes arreglo" pero no lo tenía. Te estuve llamando toda la semana. No escuché tu voz ni una sola vez. Hubiese prefereido la muerte pero la muerte es demasiado sencilla, demasiado noble. Hubiese preferido lo que me ha sido concedido esta noche: la muerte. Estoy muerto. Vosotros no lo sabéis pero estoy muerto. Y me alegro de estarlo.

No hay comentarios: