jueves, 28 de marzo de 2024



 Llevo muchos días intentando escribir algo, pero no sé. Se me ha olvidado cómo hacerlo.

Sabía que llegaría este dia, pero no estoy preparado para ello. Me pido una prórroga.

Hay cosas que duelen sin que sepa muy bien de donde han salido. Es algo de fondo. Es todo eso de existir lo y nada más. 

Ahora que estoy casi fuera en realidad estoy casi dentro del todo.

Al menos puedo describir cómo me siento.

No tiene nada que ver contigo, pero sin ti me siento que casi nada tiene sentido.

Volver a la casilla de salida no es una opción.

Nada es una opción.



domingo, 17 de marzo de 2024

El último monstruo

 A estas alturas ya te habrás dado cuenta que no soy capaz de encontrar un motivo para seguir adelante. A veces tenía ganas de ganar, porque ganar es lo que te lleva a sobrevivir. Me creí todo eso de los emprendedores cuando no había emprendedores, Me creí lo del medio ambiente y lo del agua sin saber que yo no estaba hecho para eso. La verdad es nunca estuve hecho para nada. Y casi que es mejor así.

Siempre supe que yo no iba a ser nada por mucho que lo intentase. Lo sabía yo y lo sabían mis padres, lo sabía mi hermana, en fin, todos lo sabían. Yo tenía esperanzas de que ese destino no se cumpliese, claro, porque uno siempre es el último que pierde la esperanza. Uno prefiere no saber aunque sí sepa. Se prefiere no pensar en qué va a agotar todo ese tiempo que tiene por delante si sabe que va a acabar siempre en un intentarlo de nuevo.

Durante un tiempo quise ser escritor. A veces lo sigo queriendo, pero la realidad es que sigo con siete páginas escritas, diez si cuento con el monólogo de antes de irme a dormir. Sigo ahí; en el primer paso de múltiples caminos que me llevan siempre a la misma historia. Se ha pasado todo el fin de semana y no he hecho nada. Bueno, ayer fui a jugar a baloncesto y tuve una cena de trabajo. Hoy ni he salido de casa.

Van pasando los días y tengo la sensación de que echaré de menos esto que tengo ahora.

Como ahora hecho de menos los días que pasaba con mi familia. Aunque no tanto como creía.

Quizá algún día todo esto me parezca bien, pero ahora creo que esta vida no es nada de lo que estar orgulloso, por mucho que mi gestora y su abogado elogien lo que he estado haciendo.

Quizá, al final, todo resulte bien. 

Hoy he tenido un mal día. No sabría decir por qué. Hoy el monstruo ha vuelto a visitarme.

Un mal día.

Tantos ya.



sábado, 9 de marzo de 2024

Va pasando el tiempo

 


Al principio creía que mi novela no hablaba de ti y de mi, que en realidad todo lo que se decía allí era otra cosa que tenía que ver con el universo y con el infinito, con lo que no se dice y se acaba sabiendo, sobre lo que no se sabe y el mundo grita a través de señales que casi nunca vemos. Pero un día me di cuenta de que esa historia era la nuestra. Que E eras tú y A era yo; ni siendo tú ni siendo yo, pero en el fondo era la imposibilidad de lo nuestro y de lo mucho que significa para mí no ser quien crees que soy.

Sigo pensando en todas esas cosas que no soy capaz de hacer y que creo que haré algún día, cuando por arte de magia, me convierta en ese otro hombre que sabe cómo seguir escribiendo a pesar de que nunca lo ha hecho antes. Sigo creando un universo imaginario (todos los días lo alimento) con el que construir una vana esperanza de lo que un día será.

A y F me amenazan con encerrarme hasta que acabe la novela, pero cada vez que me pongo a ello me convierto en el otro, en el que no sabe escribir, el que no sabe quién es ni qué contar, ni tan siquiera tengo claro la historia. Me pierdo. No sé cómo empezar ni cómo seguir.