sábado, 27 de octubre de 2018

Tu estrella



Amaneció el día frío. Nunca sé si el día en el que cambian la hora en octubre es el más largo o el más corto. Desde que el teléfono se encarga por sí solo de trasladarme de una hora a otra, me desentendí del tiempo tal y como lo había conocido. Ahora el tiempo sólo son números que ir dejando atrás, como pantallas de un videojuego.

Creo que tendré que empezar de nuevo. Siento que esta vez sí. Esta vez las cosas seguirán un curso que no sé si serán para bien. Han sido tantos golpes que no sé si todavía me aguarda uno más. Puede que llegue el día en el que las cosas se tuerzan del todo o que el destino me pase factura por todas esas cosas en las que confié en el pasado.

La prudencia del presente siempre va de la mano de los excesos de confianza del pasado.

A veces siento un escalofrío cuando pienso en todo lo que puede suceder.

Todo tiene un porqué

Supongo

He empezado a escribir un libro. Ya ves. Tanto tiempo pensándolo y ya ha llegado el día. No pensé que fuera esto precisamente. Quiero decir, que pensé que escribiría sobre la vida, algo de ficción. Y mira tú por dónde estoy escribiendo un ensayo.

Es raro todo lo que estoy viviendo.

A veces tengo miedo.

Lo peor de todo es vivir con miedo.

Miedo a uno mismo.

A lo frágil que se es.

A lo pequeño que somos respecto al cosmos y la eternidad.

Supongo que hice cosas mal.

Supongo que ha llegado el momento de la verdad y debo de arreglar cosas.

A todo esto, todavía sigo buscando tu estrella.

Ya sabes.

Ese punto al que me hubiera anclado para que orbitara mi alma cuando ya no exista un cuerpo al que agarrarse.

Con hilo de tela de araña.

Con la única atracción que sienten entre sí algunos cuerpos celestes, más allá de la maldita ley de gravitación universal de Newton.

sábado, 13 de octubre de 2018

El día en le que las cosas empezaron a tener sentido



Cuando todo parecía que no tenía sentido, se abrió una grieta en la pared y entró la luz.

Y de repente, todo tuvo un sentido

Como si siempre hubiera estado ahí.

Todo cuadró.

Cuanto más estoy contra las cuerdas, mi subconsciente une puntos sin conexión aparente, me lleva recorrer senderos que sueño haber recorrido antes. El círculo de la espiral parece que se cierra pero sigue a otro nivel por encima.

Como si para poder ver con perspectiva tuviera que mirar el plano general para volver luego al detalle en el que mi vida encaja.

A veces me pregunto si hubiera podido ir más rápido.

Haber hecho mejor las cosas.

Pero luego pienso que qué importa eso, lo importante es que sigo en la brecha, y que tarde o temprano, llegaré a la meta.


jueves, 11 de octubre de 2018

Y sin embargo voy a por todo


Bueno, ya sabes, aquí las cosas no cambian. Supongo que porque todo se mueve mediante una inercia de la que sólo somos conscientes hasta que estamos tan lejos que no importa.
A veces las cosas cambian para que todo siga igual. No sé. Llevo tiempo intentando conseguir que todo esto por lo que lucho acabe teniendo vida propia.

Pero no.

He inventado el primer equipo de potabilización de agua que funciona a través del móvil. Casi todo el mundo tiene un teléfono móvil, así que el potencial es de 4.000 millones de usuarios. Pero no sé moverlo. Lo he presentado a un premio que sé que no me darán a pesar de que es infinitamente mejor que nada a lo que pueda compararse.

Supongo que debo caer en la evidencia de que soy invisible.

Y que sólo el tiempo me ayudará a mejorar esto.

Que hay quien nace para perder a pesar de tener todos los ases en la mano.

Y sin embargo voy a por todo.