miércoles, 1 de octubre de 2008

Lo esencial cuando se llega a noventa


Un afamado doctor, preguntado por la química que interviene en el "enamoramiento" contestó (ya era un hombre nonagenario) con una larga lista y su funcionamiento de sustancias que segrega el cuerpo. Al final de su enunciación se paró un instante y quedó en silencio, luego de un rato pensando para sí dijo algo así: "...olviden lo que les he dicho. Miren, al final, cuando se llega a una edad en que las hormonas le dan a uno una tregua uno se da cuenta de que no nos enamoramos del objeto bello que es susceptible de devoción. Al final, uno se da cuenta de que uno se "enamora" del sentimiento interno que aquel objeto despierta dentro de uno. Es decir, uno se enamora de la capacidad de sentir "eso"y se maravilla que, entre todo lo malo vivido, las decepciones, lo feo que tiene a veces vivir, uno elige amar. Amar es un ejercicio de optimismo, una apuesta por la vida. Amen ustedes, no repriman ese sentimiento, porque les abre al mundo, y además..."dijo sonriendo con picardía y guiñándole el ojo a una chica de la primera fila "...espero que alargue la vida".

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