lunes, 15 de junio de 2009

Orden


Recuérdame más tarde que hace días que tengo la puerta abierta de mi casa, que las cortinas cuelgan asimétricas, heridas desigualmente por una gravedad caprichosa que actúa cuando le da la gana, dejando suspendidos en el aire algunos libros y muebles mientras que, por ejemplo, la escoba no hay quien la levante del suelo de lo mucho que pesa. Recuérdame que debo arreglar ese grifo que ya no gotea, que debo pagar esa multa que empezó siendo de treinta euros y me reclaman diez mil de atrasos, recuérdame que si hoy es lunes, entonces ayer era domingo, átame un cordel en cada dedo por cada una de esas cosas que olvido. Pero no me pidas que cierre los ojos y no te vea. Si para eso has de venir de tan lejos no vengas. No vengas a cerrar la puerta de mi casa, ni a enderezar las cortinas, ni a obligar a que la gravedad vuelva a ser estricta (me gusta así, libre para atraer lo que ella quiera), no cierres ese grifo, no me digas que debo pagarle a Hacienda, no me digas que acepte que hoy es otro de esos lunes en los que no tengo tu olor en mis manos. Pero si has decidido venir desde tan lejos para ordenar mi mundo, entonces quédate, no te vayas esta noche, duerme conmigo.
Duerme conmigo y luego si quieres te vas por la mañana, te vas y te olvido. Te prometo que te olvidaré todos los días, a todas horas, en el silencioso orden de esta casa.

4 comentarios:

Fiebre dijo...

Ay, señor!
En palabras brutas como toda yo:

Ven, revolea mis instintos, mi alma,haz punto de cruz con mi cuerpo y hasta con mis sentimientos si puedes, haz que tenga ganas de salir a la calle con una sonrisa a comerme el mundo...pero no me cambies el orden de los canales de la tele, ni me digas que esa comida tiene mucha grasa, ni me abrumes con obligaciones cotidianas...que ya sé las que me tocan sin que me las recuerden.
¿No tengo remedio, verdad?
Un beso, niño.

Espera a la primavera, B... dijo...

Todos tenemos una visagra que abre y cierra al mismo tiempo ¿no vamos a tener remedio?

Eres el torbellino que entra la casa y mueve las cortinas y el mismo torbellino que refresca la casa. ¿Quién quiere que tengas remedio?

Un abrazo, guapa.

Genética Inexacta dijo...

Me recordaste a "no te salves" de Benedetti ( que obsesión la mía) El caso es que en realidad no sé por qué, pero desde que te leo me vienes recordando a la pelicula El lado oscuro del corazon,no se si la viste.
Te paso un par de enlaces para que te veas en un espejito ( tal vez estoy siendo un poquito descarada, pero....no voy a decir lo siento)

http://www.youtube.com/watch?v=43JkLiPegBA

http://www.youtube.com/watch?v=vtrC-YdqoTA

Besos de amanecer para ti

Espera a la primavera, B... dijo...

En cierta ocasión Benedetti le dijo a un amigo periodista que no se avergonzaba de ser sensible.

A mí me cuesta salir a la calle porque no puedo soportar el roce de algunas miradas que son como el acero mal cortado, llenas de aristas y rebabas, prefiero mil veces los cuchillos.

Siempre quise ser Benedetti y es raro porque yo de pequeño quería ser argentino y no uruguayo. De Benedetti me gustaron la tregua y sus cuentos, luego apareció su poesía, pero la escuchaba en tantas bocas que pretendían con ellas hacer un lazo que decidí que no me las aprendería, como sí hice con Ángel González.

No he visto la película El lado oscuro del corazón porque siempre me dio miedo el título, temía caer en una piscina en donde el agua fuese mercurio y en la que me ahogase sin remedio.

Sí, es cierto que mi texto tiene la estructura de no te salves, tiene ese hacer y ese deshacer, de conclusión, de quédate. Sí, me traicinaron las ganas de ser Benedetti, ya ves, va a ser cierto eso de que si deseas algo con todo tu ser, tarde o temprano acaba sucediendo.
Me dijo un profesor hace algunos años que cualquier esfuerzo por ser original era vano puesto que todo estaba escrito, lo único que nos salva (vaya, otra vez esta palabra) es que existen tantas formas como personas hay en el mundo.

Y me quedé con eso y tal vez sea cierto eso de que todo esté escrito, pero me gusta el acento que le da la experiencia personal e intrasferible de cada uno, porque en cada uno de nosotros convergen los mundos que hemos habitado y la gente con las que nos hemos cruzado.

Gracias por los enlaces, los he visto antes de escribir esto.

Me gusta tu acento del este, me sabe a primer rayo de sol y a sal.

Un abrazo