domingo, 14 de junio de 2009

Toda la tarde jugando


Al principio pensé que no podía dolerme tanto, al principio pensé que exageraba. No, no se puede encoger el estómago así, me dije, ahora te darás la vuelta y resultará que estás dormido, te levantarás, irás a la cocina, beberás agua y se te pasará. Pero no, los sueños tampoco duelen, recordé, sólo la angustia duele así.
Sé que debería dejar de beber, dicen que el alcohol va desgastando los nervios, que se come el hígado, que te deja medio ciego, pero también es la droga que adormece lo que queda de mí, la que me permite seguir adelante un día más, una noche más. Creía que con eso bastaba pero este maldito dolor me dice que no, que con eso no es suficiente.
No estoy dentro de un sueño, por tanto "eso" es real, y "eso" me hace temblar como si millones de minúsculos motorcitos estuvieran en marcha, vibrando sin parar, separando los huesos, las fibras de los músculos, coagulando los humores de mi cuerpo; podría decir que sólo la piel evita que me desparrame por el suelo. Parece que disminuye, un momento, sí, ahora se va calmando. Escribir hace que el cuerpo le ceda a los dedos el derecho a la palabra. Resulta curioso, creí que en el caso de que eso sucediera, mi cuerpo elegiría a la boca pero puede que la boca no quiera, que piense que esto no va con ella. Escriben mis dedos, escriben un blog en el que yo (o sólo lo que queda de mí) moriría por ella.
Fue recordarlo a él lo que provocó el dolor, ahora lo entiendo. Ahora sé que "eso" es, en realidad, el hueco que dejó en mí. Pienso en él y naturalmente pienso en ella, me pregunto qué estará haciendo ahora, en qué estará pensando, me pregunto si estará sonriendo o si estará llevando algo de un sitio a otro, si trabajará a estas horas y si es así con quién lo habrá dejado, si estará bien, si existirá algún rincón en su memoria en el que yo perdure.
Me doy por vencido. Es lo mejor que puedo hacer un domingo por la noche. Escribo un rato, busco una canción perdida que colgar, escribo un correo que no servirá para nada, leo un rato antes de dormir; Roberto Bolaño, lo dejo y vuelvo a Murakami, esta noche 2666 es demasiado angustioso. Murakami no resulta mejor lectura así que vuelvo al ordenador y vuelvo a escribir para conjurar el dolor que sé que no se ha ido, sólo se ha dormido en alguna parte acolchada del mismo cuerpo que antes iba a desmembrarse. Sí, estás ahí, lo sé, enroscado como un gato en su cesta. Un día te desperezarás, arquearás el lomo y volverás a gritar y a encender otra vez todos los motorcitos. Bien, el tiempo me hará más fuerte y a tí más débil, quizá llegue un día en el que aparezcas y yo pronuncie las palabras que deshagan el hechizo, palabras que ya conozco, palabras que saben que ya no moriría por ella.
Se me cierran los ojos. Por fin, por fin llega el bendito sueño.

5 comentarios:

Fiebre dijo...

No se me ocurre un comentario tan literario como tus benditos post que "templan" el espíritu.
Al revés, mientras tú calientas el alma de los/las que te leemos, a mí sólo se me ocurre enfriarte el espíritu para volver a decirte que no merece la pena el morir por él/ella.

Que pasees por el parque, (como yo hoy por el paseo marítimo) casi en absoluta soledad, y aun sabiendo que estarás sol@ el tiempo que dios (soy atea, i´m sorry) o los extraterrestres quieran, pienses como Pedro Salinas: Alguien (la mayor parte de las veces tú mismo) te recitará el final de los versos:
- Yo te quiero...soy yo...

¿Y si fuera EL/ELLA?

Silencios dijo...

No mueras amigo la vida se torna de mil colores, el despertar de un nuevo día trae sonrisas desconocidas, roces en las miradas, no mueras de amor, Vive por amor.
Permite que cubra con un abrazo el suave paseo por tus sueños ....

hécuba dijo...

A veces cuando te leo empiezo a tararear bajito Racing in the street. No sé si la conoces, es de Springsteen, entonces me viene a la cabeza un trozo: some guys they just give up living, they start dying little by little, piece by piece; some guys como home from work and wash up, then go racing in the street. Una canción triste, pero de algún modo llena de esperanza.
El dolor es algo a lo que nunca te acostumbras, ¿verdad?.

Espera a la primavera, B... dijo...

Morir tiene el valor que le confiere las ganas de vivir. Así, la muerte de alguien que apenas vive no tiene el valor de la de aquél que lo ha apostado todo por algo que le es imprescindible. Fiebre, Moriría por ella es sólo un título que indica que viviría tan intensamente por ella...
Besazos

Silencios, a veces es necesario apostarlo todo. A veces la vida no vale vivirla de cualquier modo, no. Es un bien tan preciado que hay que exprimirlo al máximo. Una vez oí una teoría que decía que todos los eres del Universo hacían cola para reencarnarse en un ser humano, para tener la experiencia de SENTIR. Todo: dolor, placer, amor, desamor... es tan intenso... como una montaña rusa. Tenemos suerte, vamos a vivirlo todo. ¿Te apuntas?
Besos

El dolor es la señal de alarma de que algo no va bien. De que hay algo vital que falta, algo no funciona. Algo no funciona en la vida de alguien cuando se siente solo, hay algo que falla en la sociedad cuando nos aislamos en nuestras casas. ¿Sabes? A veces pienso que nos creemos botellas de Champán esperando un momento especial para ser descorchadas sin que ese momento especial llegue o si llega esperamos a que llegue otro más especial aún. Y así acabamos siendo un gran reserva. Eso no puede funcionar.

Un besazo, feliz día.

Fiebre dijo...

Lo sé.
Por eso me gusta leerte.