viernes, 26 de junio de 2009

Bebíamos Fruco de melocotón


Entro, dejo una huella, me voy. M.I. me dice que esta noche es una noche que casi nos mece. Sonrío y le contesto que ya ha llegado el tiempo de recoger la gran calma. Ella también sonríe y repite "ya es el tiempo de la calma" y es como si me hubieran abierto la ventana para salir volando hacia la luna, es una noche fresca que nos resarce del calor asfixiante de hoy. Me entran ganas de beber Fruco de melocotón, no esos de ahora que los mezclan con mosto de uva. No, yo quiero aquél zumo compacto (néctar) que era casi masticable. Melocotón-melocotón. Y esas ganas me traen el recuerdo de una mañana de primavera en la cocina de casa de mis padres, una de aquellas mañanas tan luminosas y aquél no saber beber del todo porque uno respiraba al tiempo que bebía ¿os habeís fijado que los niños beben así?
A veces pienso que la infancia se va cuando aprendes que beber y respirar son dos tareas que no caben en un vaso de Fruco de melocotón. Que ese es la primera gran adaptación.

Llego, escribo y me voy a la cama. Todo el fin de semana, de curso.

6 comentarios:

Ch. dijo...

Brindemos. Con Fruco de melocotón y ganchitos de sospechoso color naranja.

Brindemos. Por haber aprendido a beber sin respirar. Luego eso, si lo piensas bien, nos ha servido para utilidades diversas. Como el besar, por poner un ejemplo de poca consideración.

hécuba dijo...

Vaya... eres como el mago que saca de su chistera cosas que ya tenía olvidadas: las mirindas, el fruco... todo rodeado de pompas de jabón.

Nebroa dijo...

Qué grande eres por dentro. Sé que lo sabes, sólo pensaba en voz alta

Velda Rae dijo...

Una vez alguien me contó que el fin de la infancia lo marcaba el momento en que sustituíamos la respiración abdominal, esas inspiraciones profundas y suaves que nos distienden el estómago, por la superficial respiración del adulto apresurado que no llega al diafragma. Curioso que tú también marques las edades de la vida al ritmo del aliento.

Espera a la primavera, B... dijo...

Brindemos y respiremos... este fin de semana... bueno... no lo digo... he comido galletas napolitanas de Cuétara!!! con su sabor a canela... y he pintado con ceras Manley (que ya no huelen como antes, parece que las de ahora por lo menos llevan desinfectante)

Jo, qué tiempos!

hécuba dijo...

Si eso lo has hecho en el curso, quiero un curso de esos :)