sábado, 16 de julio de 2011

Mariposas amarillas


Vivía colgado de algo intangible que emanaba de ella, algo etéreo y consistente al mismo tiempo, vivía entre mr. Hide y el Dr. Jeckill, en el vapor de agua que se condesaba algunas mañanas al salir de su boca, en la línea con la que los niños dibujan el horizonte cuando pintan una puesta de sol, es decir, vivía en la nada, en una promesa implícita pero nunca formulada, respirando el aire contenido en una burbuja a punto de estallar. Sobrevivía ahí, como los habitantes de San Francisco, a sabiendas que sin avisar, un buen día, algo arrasaría mi vida. Seguro que, de sobrevivir, no volvería jamás a ser un hombre sedentario. "Lo sabías, te lo dije". "Lo sabías, lo viste en las cartas". Pero soy de esa clase de hombres que creen que van a poder con todo hasta que un buen día ese todo resulta que es demasiado.

Aprendí a escribir a escondidas, en el país de los números las letras no valen nada, me senté delante de un montón de papeles viejos y destilé un líquido amargo y negro con el que rellenar el cuenquito donde dar forma a lealtades efímeras. Las letras si no son convertibles apenas valen nada, los sueños son un árbol de miles de ramas que no dan frutos. Uno aprende cada día, con cada palabra, a cada imagen que es soñada las estrellas la preñan de destinos, un día no es nada, pero uno tras otro lo son todo, y como ya dije, un día ese todo, es mayor que la suma de sus partes.

Durante estos tres años escondí muy poco, he abierto la puerta (o la ventana) de lo que soy, ahora que se acerca el final, ya empiezo a añorar algunos momentos de los que ya formas parte. Me has leído con el filo afilado con que me disecciona y piensa, eso de ti que elucubra y me juzga. Aunque ahora ya no importe, si hubiera tenido la capacidad de querer, te hubiera querido pero de verdad que no he podido. Quizá fue la distancia o que te quería demasiado para poder quererte, que yo estaba seco o que pensé que te iba a ir mucho mejor sin mi.

Sin mi es mejor.

Y aunque no lo sepas, de ti aprendí cosas muy sencillas que ahora me son imprescindibles, fotografías que hacías, esa manía tuya de escribir desde el centro disperso de tus anhelos. Esa vez que me llamaste y yo no estaba, esa vez que te llamé y no estabas tú.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué preciosidad de texto! Wow!
Y muy interesante y tierna la lámina que encabeza este maravilloso post. Un tanto nostálgica, por eso, pero de una nostalgia agradable, balsámica, necesaria...

Siempre pensé que cuando se descongela el momento, el recuerdo se hace verbo. 
Y las palabras sino son sentidas,  no valen nada. Como tampoco valen nada los números si éstos no son aplicados, aunque sea en la ecuación más sencilla...

P. D.: Es curioso lo que dices de las fotos, pues justo antes de leer esta entrada le había enviado vía e-mail unas fotos (de esas con alma) a un amigo.
¿Sincronicidad? Puede..., yo no lo descartaría. Me ha gustado la casual causalidad.
:)

Espera a la primavera, B... dijo...

Cuando la ternura se dehace nos queda la nostalgia.

Siempre has tenido fotos muy bonitas en tu blog, me gustaron mucho las de Mexico y las de Marruecos en especial.

Un fuerte abrazo

Toni

Anónimo dijo...

"Sin mi es mejor."
Te entiendo muy mucho. A mí tb me pasa

Daltvila dijo...

"Sin mi es mejor"...
Nunca podrás saberlo porque nunca intentaste "conmigo/contigo".
Quizás no pensaste nada, simplemente te dejaste llevar y nadie te llevó a ninguna parte.
A veces no es tanto la capacidad de querer como el impulso de querer y ese impulso es tan imprevisible como incontrolable.
Como leí hace poco en un libro que creo que te gustaría, "El tiempo que querría" de Fabio Volo, en la vida solo hay dos cosas que no elegimos: el amor y la muerte.

Un abrazo sentido.

P.D. Acabo de descubrir que ayer te dejé un comentario en una entrada titulada "María" y que era, ni más ni menos, que de abril. Pues lo dicho, que me gustó mucho, me pareció muy fresca y muy tentadora.

P.D.

Espera a la primavera, B... dijo...

Hay personas a las que si quieres de verdad, la única forma de hacerle bien es marchándote.

Espera a la primavera, B... dijo...

María es un personaje. María llegó una tarde para quedarse en esa novela que espero acabar este verano, novela que empezó con este blog y que por fin ha encontrado título.

Qué cosas...

En cuanto al sin mi es mejor... bueno, el tiempo pasa y todo se cura, pero en este caso, y como decía Serrat "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio". Hace ya demasiado tiempo... pero este blog sigue llevando el nombre de "Moriría... y bueno, así son las cosas...