lunes, 27 de septiembre de 2010

Todo cambia


La noche pasada tuve un sueño horrible. Un hombre, amigo de E, (dícese amigo a cualquier cosa nauseabunda) venía a mi casa porque su mujer lo había echado de casa y entonces... yo no lo quería allí y en un descuido, al abrir un armario de la cocina me cogía por detrás y me clavaba una aguja de jeringuilla, pero muy grande y me inmovilizaba y yo tenía una sensación tan de... joder, tío, me caes de puta pena, te he abierto las puertas de mi casa y tú me matas.

Supongo que el sueño tiene que ver con que lo viera por casualidad en una foto, y que esa misma noche ví el vídeo de la página de gata, el vídeo de la mantis. Puede. Pero es curioso que ahora mismo, escribiendo esto, sea capaz de señalar en mi espalda por dónde entró la aguja. Fue un sueño muy real.

La mente es capaz de ver y somatizar muchas cosas.

Hoy he tenido un día horrible. Me iba deshaciendo a cada paso, no he podido con casi nada, he trabajado con una rutina de rueda de hamster. Y no he ido a comer. Y no he tenido ganas de nada.

Hoy ha sido el primer día en el que empiezo a aceptar que las cosas son como son porque ya eran como son hace mucho tiempo. Mucho antes de que mi vida crujiese como una rama seca, mucho antes de que mi alma se planteara ni siquiera ir a aquella fiesta.

Si en verdad uno tiene lo que se merece, entonces yo me merezco esto que tengo. Yo no lo entiendo, de veras, pero es lo que hay.

Y sigo sin poder escribir. He releído partes del blog de mayo a agosto del año pasado. Es curioso lo que cambian la vida, del amor al desamor. Es curioso lo poco que cambian otras vidas. Este diario refleja lo mismo ahora que hace un año y tres meses.

Ahora sólo queda remontar. Hoy sé que es el primer día de algo. No sé el qué. Pero sé que es el punto de partida de algo. Mi vida empieza a cambiar hacia el optimismo a pesar de que nada lo indique, lo sé. Siempre que intento cerrar el blog significa que algo muere. El sueño de esta noche también iba por ahí. No sé cómo seguirá todo esto, sólo sé que no puedo cambiar las vidas de los demás, que no puedo hacer que me entiendan ni me quieran si no quieren entenderme ni quererme.

Hoy he pensado en mucho tiempo algo que... me da un poco de vergüenza decirlo... he pensado "un hombre como tú, que estudió lo que se propuso, que acabó trabajando de lo que quería y sentía que debía hacer, que buscó dentro de sí para llenar un vacío y pensó que debía escribirlo y... joder, un hombre que no se conformó con escribir sino que estuvo cinco años en el Ateneu barcelonés perfeccionando, conociendo, el secreto de las palabras... un hombre que se equivocó pero a pesar de ello vive al día pero ¡vive! y se ilusiona y hace reír y se abona a la esperanza (a veces estúpida) y... sale con la mujer con quien se propuso salir cinco años antes, un hombre que soporta una carga emocional tras otra... y no se hunde, en lugar de ello se sigue dando... no, no es un hombre débil, es un hombre fuerte".

Hay muchas personas que viven ajenas a la crisis (viven en su burbuja de confort) y no entienden a los que sí nos ha afectado. El mismo sueldo aegurado a fin de mes, suficiente para cubrir tus gastos porque tienes las cuentas hechas... frente a la incertidumbre de un ingeniero autónomo buscando ese proyecto que le asegure una carga de trabajo que le aporte unos meses de tranquilidad. Así sí se puede ser un hombre con las cosas claras. Lo peor es la incertidumbre, el no saber, el intuir, la decepción.

No. No me cambio por nada ni nadie. Todo lo que seré se lo debo a lo que soy, a todo este maldito desierto y las malditas deserciones. Y no porque me hayan hecho más duro sino porque pudiéndolo hacer yo elegí ser más consciente de que lo que en verdad importa es ser consecuente con lo que uno siente. A día de hoy lo haría todo igual, amaría de la misma forma, sería igual de ingenuo, igual de tierno, haría las mismas cosas con la misma intención. No puedo cambiar lo que los demás hagan con ello pero sí puedo decidir que lo que hagan no me cambiará.

Y sí, estoy jodidamente triste, pero ¿qué hombre no lo estaría en mi lugar después de todas las decepciones? ¿acaso no lo estarías tú? Como ya he dicho, no me cambio por nadie y sospecho que es porque actuaría movido por los mismos ideales.

Y llegar a los trenta y nueve años teniendo claro que muy por encima del egoísmo del "yo primero, que se jodan los demás" están los principios del "hagámoslo juntos, estoy a tu lado" ya es mucho para mí. Recuerda que quien le hace algo a los demás acabará haciéndotelo a ti también.

Sé que a veces mis posts son un "yo contra el mundo cruel y desagradecido" y no pretende ser eso. Yo sólo pretendo reafirmarme, saber qué es lo que hay de bueno en mí. Porque lo malo ya me lo sé de memoria, ya estoy cansado de que me lo digan y me lo diga a mí mismo. Quiero decir que voy a salir de ésta y que ya estoy saliendo de ésta, que estoy volviendo a ser el hombre seguro de sí mismo de hace un tiempo. Porque no sabéis hasta qué punto me ha minado toda esta situación de la crisis, la falta de recursos, las manipulaciones, y aunque no lo creáis entiendo las decisiones de otras personas ante mi situación.

Siento si mi amargura ha herido sensibilidades, entended que me he sentido solo, luego me he sentido acompañado y luego me he vuelto a sentir solo. Esto último se me ha hecho insoportable pero eso es sólo mío y de nadie más. No culpo a nadie. La vida es así y supongo que yo no merecía la atención ni la comprensión a causa de mi caracter.

No sé, creo que me repito demasiado. Ya basta de tanta pataleta. Es hora de seguir con el trabajo silencioso y constante.

Buenas noches.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta tu definicion de ti mismo, ves? sabes que eres un hombre pero un hombre de verdad, un guerrero de la luz, como diria Pablo Coelho, (lee este libro te veras reflejado) y si ,ya empiezas a ver en tu vida que hay etapas y que hoy pase lo que pase brillarara el sol para ti,
un beso
Blanca

Hoba W. dijo...

No sabes cuanto me alegra que no hayas lanzado este blog al olvido, toni... :)))