miércoles, 6 de mayo de 2009

Gracias


Gracias por los mensajes que, como aquellas notas anónimas del colegio, encuentro a veces entre mis libros, entre las idas y venidas de estas noches de insomnio, en esos viajes al centro de la tierra de los que nunca vuelvo el mismo que se fue. Gracias por esa sonrisa (y a veces esa lágrima idiota) que ha ido aprendiendo a ser imprescindible cuando te leo. Gracias por entenderme y por ese día que nunca llega. Cuando de niño me enseñaron a dar las gracias por un caramelo nunca pensé que algún día pudiera llenar estas palabras de un sentimiento tan sincero y sentido.
Por llegar cuando yo ya me he ido.
Por tu voz que me salva de mí mismo.
Por esta adicción que es pensar en ti, en soñar contigo (aunque a veces no quiera)
Por tu página en blanco de todas las mañanas.
Por esa puerta que siempre cierro y siempre sigue abierta.
Por que no puede ser de otra manera...

Por todo eso... un momento, pero si yo era de los que cuando mi madre decía ¿qué se dice? yo respondía a la señora que si me podía dar otro caramelo para mi hermana!!! ¿Seré falso? No era para mi hermana, era para mí!!! ... ¿en qué me he convertido? ¿Dónde se fue aquel niño granuja y tramposo? Ya me han vuelto a engañar, ya me he creído eso de ser bueno. Malditos dibujos animados de Heidi, cómo me ablandaron.

Ahora que he vuelto a ser yo mismo, tiembla el día que nos veamos, que vas a llegar a casa toda despeinada (y no será porque haya sido un día de viento).

No hay comentarios: