martes, 12 de octubre de 2010

El Destino


Este mediodía me llama mi compañero de trabajo. Me dice que el dueño de la empresa para la que trabajo hace tres meses y medio ha tenido un accidente de tráfico y ha muerto. No sé qué decir, pienso en sus hijos, con los que trabajo codo con codo, pienso en ellos y en lo mucho que admiraban a su padre. Lo peor que te puede pasar es que alguien a quien quieres y admiras se vaya de un día para otro, sin despedirse. No sé, creo que a veces la vida es una mierda, creo que la vida merece la pena por las personas que se quedan a tu lado. Quizá por eso me pegue tanto a quienes quiero y me duela tanto perderlas.


No sé qué decir, de veras, la vida es una paradoja. El domingo fui a ver Carancho, una película argentina cuyo eje central eran los accidentes de tráfico. Dura, imágenes duras. Así que hoy me recluyo y pienso en la suerte que he tenido (cinco accidentes de tráfico y siempre ileso, sólo en uno conducía yo).


No sé si lo he contado aquí. Una vez me salí de la carretera y estuve cinco horas en un barranco. Nadie podía verme desde la carretera. Al final salí por mis medios y llegué hasta la vía, lo primero que pensé cuando el coche se detuvo fue en las personas a las que hubiera dejado tristes, desde entonces no corro, no hago tonterías, desde entonces algunos de mis copilotos se ponene nerviosos porque ellos correrían más. Me da igual. Nunca más he tenido ningún percance, tengo claro que las personas que están conmigo tienen un plus de ir a salvo.


Descanse en paz, Segismundo Díaz, trabajó duro y se hizo querer por su familia, creó puestos de trabajo, puso su granito de arena para hacer que este país fuera un lugar mejor, le dió una oportunidad de ser alguien a sus hijos. Las pocas veces que hablé con él durante los doce años que lo conocí me pareció un hombre sin miedo. Hace poco estuvimos hablando los dos solos, en el despacho, le pregunté sobre sus porqué y sus cómos (me gusta conocer a con quienes me trato) y él, un hombre normalmente cerrado, se me abrió y, aunque no estuve de acuerdo con sus métodos, me pareció que tuvo el coraje de mirar siempre hacia adelante.


Es importante tener un sueño y trabajar por él incluso cuando se ve lejano. Es importante levantarse por las mañana sabiendo que es lo que quieres.


Mañana iré de entierro y no sé si el jueves iré de viaje a La Rioja en coche. Me da un poco de miedo, no sé por qué. Me he pasado muchos años haciendo viajes largos, hace meses que no me apetece, aunque a este hombre le ha pasado justo al lado de casa.


El destino es inexcrutable. El destino es una huída hacia adelenta llena de obstáculos.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Siento lo de tu jefe.
A mi también me pasó algo similar a lo tuyo, tuve un accidente importante y desde entonces la prudencia se instaló en mi. Ten cuidado con tu próximo viaje, que vaya muy bien.
Saludos
calma

Espera a la primavera, B... dijo...

Siempre hay un antes y un después. Mañana cambiaré las ruedas de atrás. ¿Sabes? Desde aquel día primó la seguridad a la hora de comprar un coche, de mirar las ruedas, de comprobar las pastillas de freno... Todavía hay gente que no le da la sufciente importancia a esas cosas. Aunque luego nunca se sabe.
Gracias por los buenos deseos.
Un abrazo
toni

Anónimo dijo...

¡Buenos y soleados días desde Galicia!

Esta noticia de tu jefe me ha dejado muda, sin saber qué decirte y cómo decírtelo.

La vida es tan frágil, volátil e impredecible que ni nos damos cuenta, la mayoría de las veces.

Biquiños y ánimo,

Amber

Espera a la primavera, B... dijo...

Hola Amber, sí, la vida es frágil. Yo reconozco que tengo mucha suerte en ese aspecto.
Yo tampoco sé qué decir, de veras. Espero que vuelvas con mucha energía.

Un abrazo

hécuba dijo...

Cinco horas solo en un barranco es toda una eternidad, Toni. Toda una eternidad. Me alegro de que pudieses salir, así ahora estás aquí. Un beso muy grande.

Anónimo dijo...

Seguimos coincidiendo, hace un año me compre un Land Rover, todo un tanque, super seguro eso si, es export, muy chulo, pero me siento super segura con él. El mes pasado le hice 5000 km por europa y de verdad que fue una gozada.
Buen viaje
calma

Espera a la primavera, B... dijo...

Cinco horas en las que me dio por pensar y en las que me di cuenta de que muy pocas cosas valen la pena. Quizá por eso me sienta defraudado cuando veo que la gente a mi alrededor valora cosas que no la merecen y deja a un lado otras que sí.

Luego la vida te arrastra con su inercia, sus anuncios, sus prioridades... pero existe algo esencial, algo a lo que me aferro. Algo que está en el arte, que está en la literatura, algo que va implícito a la persona que ama, vive, crea...

Espera a la primavera, B... dijo...

Es importante sentirse seguro. No sólo en la carretera, también de que las personas que están en tu núcleo están ahí porque quieren estarlo y porque desean tu bien.

Un abrazo.