viernes, 10 de diciembre de 2010

Fuego!

Le digo que se sufre igualmente cuando dejas que cuando te dejan, solo que de forma distinta. Él sonríe y me contesta "Sí, viene a ser lo mismo disparar a que te peguen un tiro"

Hombre, visto de esa manera...




Ya no pregunto los porqués, sé que los porqués no existen en ciertas cuestiones que atañen al alma de otro. Así que prefiero dejar de preguntar. El que parece que no quiere dejar de hacerlo es el bicho y esta noche ha vuelto a despertarme de madrugada. Se que esta vez viene en serio a por mí y ambos sabemos que lo hace porque esta vez sí tiene posibilidades reales de llevarse lo que vino a buscar desde el primer día.

Ya no me pregunta con furia, ahora lo hace con sorna, se burla de mí y de lo débil que soy, de que esta vez estoy deseando que me empuje, de que esta vez quizá no necesite ni siquiera empujarme hacia el abismo.

Hoy el universo es mucho más frío y vacío que otros días. No me importa demasiado, lo observo como algo alejado de mí, como si a cierta distancia todo adquiriese un estado de "yo aquí y todo lo demás allí" en donde en ese "allí" estuviesen también las emociones, todos los deseos, las esperanzas y los afectos.

Por fin conseguiste aquello que querías.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Y es que la realidad hace que las heridas del corazón sean alcayatas en una pared desnuda. Las memorias, ahora descolgadas, dejan al descubierto las llagas que el recuerdo (en)marcó.

Y es que yo podría muy bien decir, que busco pintor... y artista para nuevo collage.

Espera a la primavera, B... dijo...

Espero, sinceramente, que tengas mucha suerte. De corazón.

Anónimo dijo...

Jugar con fuego es como jugar a ser santos, sin sentir la devoción.
Jugando a ser mujeres y hombres libres y viviendo en prisión.
Creyendo que la boca lo dice todo cuando habla el corazón.

Anónimo dijo...

No sé bien lo que consigue, pero si logra que lo escribas de maravilla.
Un beso

Antonio Moreno dijo...

Veo más útil que seas tú quién lo consiga.

Las palabras mágicas: "ábrete sésamo" y "¡quita bicho!".