jueves, 22 de agosto de 2019

A tiempo completo


Sin tiempo para tener tiempo.

Relámpagos,  flashes de fotos en la oscuridad hechos de luciérnagas. Hay sonrisas que son así. Un destello reflejado en una en el iris de una noche tibia después de unas cuantas cervezas.

Luego ocurre todo.

El vértigo.

El principio de algo que un día acabará como acaban casi todas las cosas que acaban en huella.

Cicatrices que son como un tatuaje y que sólo ser borran a base de supernovas estallando en mil pedazo a mil millones de años luz para que todo vuelva a comenzar.

Otras cervezas frías en otras tibias noches de verano.

La ilógica lógica de lo que nos conviene frente al ardor en la sangre que nos destruye por dentro.

El deseo y los cuerpos.

No existe el amor más que para los alquimistas.

No un lugar a donde ir sino es adentro (de lo que sea, de quien sea)

A veces me gustaría tenerte tan cerca que se formaran arcos voltáicos entre nosotros.

Entonces recuerdo que somos luces que se apagan en los extremos de un hilo de tela de araña por el que viaja información sin masa.

Que todo es una quimera.

Esta tarde cojo un vuelo, en el que sin saberlo, viajas conmigo.

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