lunes, 14 de abril de 2014

Supongo que quejarse es la forma de justificar un fracaso anunciado, quizá por eso pierdo tantas veces, para poder quejarme y así poder esforzarme menos. Quizá para implantar la cultura del esfuerzo deberíamos empezar por dejar de quejarnos. Sí, tiene gracia que lo diga yo desde este blog.

No todos jugamos con las mismas cartas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Para implantar la cultura del esfuerzo hace falta una cosa que hace tiempo que apartamos de la ecuación: Motivación.

. dijo...

Estoy completamente de acuerdo contigo. Hay que intentarlo más.
Gracias por el corto. Impresionante.

Mía dijo...

No hay estación que no llegue...
Cuídate.
Se feliz.
Ciao.
;-P

Espera a la primavera, B... dijo...

La motivación surge de la necesidad de cambio. Cambiar para mejorar, para aprender... motivar es un arte: el de hacer creer a alguien que es mejor de lo que él mismo cree y fomentar la acción de salir a lograrlo.
Y eso requiere altas dosis de amor.
Quizá, jordi, lo que le hace falta a esta sociedad es más amor.

Gracias por tu reflexión, amigo.

Espera a la primavera, B... dijo...

Habré visto este vídeo como cinco veces y siempre me emociona. Hace poco estuve en una casa con chicos adolescentes en acogida. Conozco a la subdirectora del centro y ¿sabes? la realidad es más dura de lo que muestra el vídeo.
Y los chicos son más duros aún. La exclusión tiene una cara delincuente y es difícil disculpar la violencia que genera.

Gracias Tom, de veras

Espera a la primavera, B... dijo...

Las estaciones llegan y se van, Heidi. Me gusta la historia que estás escribiendo, humana y canalla, donde los personajes son más inteligentes que sus actos... como la vida misma.

Besos