jueves, 5 de enero de 2012

Una luz al final de la calle



Merodeo por la ciudad sin luna, como un perro hambriento atraído por el olor a basura. No sé si desaparecerás de mi cabeza como lo hiciste de mi vida, de un día para otro, llevándotelo todo contigo, sin dejar un rastro que seguir.

Al cabo de un año la llamada, me echabas de menos, una sola llamada y luego otra vez la nada. Me gustaría poder dejar de odiarte pero eso no está en mi mano. Te voy olvidando a ratos, a veces incluso me río con amigos que te conocieron. "Hacíais buena pareja" me dice alguien que no me quiere demasiado. Ahora entiendo por qué la mafia elimina a los testigos, no porque sean peligrosos, sino porque tienden a hablar demasiado y a destiempo.

El tiempo se deshace como un terrón de azúcar en un vaso con insuficiente agua en él como para que no quede ese residuo gris en el fondo. El azúcar se vuelve gris tras el cristal cuando se hidrata en exceso y no pude hacerse agua. A veces me siento así, el poso que sobra, lo que no se disuelve porque ya se ha excedido el cupo. Los recuerdos también son siempre son así, la culpa es así, la indiferencia también es así.

Hoy no estoy inspirado, no sé qué pasa, tengo frío. No encendí la calefacción ni la estufa porque gastan demasiado. Existe la posibilidad de que el cerebro se haya vuelto a quemar como la bobina de un motor, que una vez has sobrepasado el límite de la tensión te quemes y ya no puedas volver a ser el mismo, pero el frío me indica que no estoy muerto, el frío en los dedos de las manos y en los pies, el frío en la punta de la nariz, me pregunto cómo sonará su voz imantada ahora que no estoy yo para oírla, si la sirena que la habita habrá aprendido nuevos matices más seductores. Se me ponen los pelos de punta sólo al pensar que podría escuchar su voz.

La chica del pelo corto ha vuelto a escribirme, soy capaz de entrever la dureza en su tono, en sus frases dejando un hilo de sentimientos aún no encontrados. La adivino despótica en el cariño, disciplinada y aséptica, como si no se permitiera un minuto a su suerte, activa, acostumbrada a una responsabilidad que, a mí, hace tiempo que se me reveló falsa. Me escribe porque le gusta como escribo, porque al leerme siente que es como si se escuchara a sí misma. Me siento y pienso si por casualidad habré accionado un resorte que me haga otra vez humano, si todo este desengaño continuo tendrá que ver con el blog y si, al dejarlo, mi vida volvería otra vez al punto donde las cosas tendrían un sentido, el mismo que me hubiera llevado a una vida menos desquiciada.

Afuera los pajes llevan regalos a las casas montados en todoterrenos embadurnados de purpurina, los niños pequeños se vuelven locos de alegría o no saben aún qué pasa mientras los que ya lo saben, esperan su regalo como pasa un mafioso por una tienda a reclamar lo que es suyo para no tener que enfadarse. Me acuerdo de cuando era pequeño, me acuerdo de que no me enteraba de nada. Siempre pedía muñecos para hacer crear historias que ellos interpretaran o coches, me gustaban los coches, las construcciones de Tente o del Exin Castillos. No sé qué pasó luego, quizá, al crecer crecieron los regalos al tiempo que menguaba la magia.

Hoy pienso en los que para hoy es su primer día de Reyes y que hoy podría ser un día de Reyes especial para mí. Pero no es tiempo de nostalgias, hoy es tiempo de dar una tregua a todo lo que parece que hay. Es tiempo de vivir esta noche. Me voy a ver a mis sobrinos y a ser extorsionado complacientemente.

Sé que habéis sido buenos. Disfrutad de la magia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que no te lo tomes a mal pero tengo que decírtelo, y quizás suprimas este comentario. Ya saturas ... te repites hasta lo indecible y quisiera que no te perpetuaras en esa rutina en la que te sientes cómodo. Es la tiranía de lo fácil ... olvídate de estos clichés y arriesgate.

Liliana

Espera a la primavera, B... dijo...

Gracias L., no tienes por qué leer el blog si tanto te molesta. Pero ya sabes que yo escribo mucho por clichés. Creo que esto ya lo habíamos hablado, ¿ves? tú también te repites.

Sinceramente, no me esperaba esto de ti.

Un abrazo.

Toni.

PS: Ah!, y enhorabuena.

El missatger dijo...

Buen año, caballero.

Cuídese y siga en el camino.

El vídeo de Elvis de unas entradas atrás es sensacional.

Salut!

Espera a la primavera, B... dijo...

Espero que podamos vernos en breve, Señor Dragón.

A que sí? Elvis era capaz de dominar el arte de ser un ídolo con pies de barro... pero un ídolo.

Lo del minuto cuatro es impagable.

Un abrazo

Toni