lunes, 9 de enero de 2012

Parte del soliloquio de Martín Santomé

24 de febrero...

"Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que me concedió una tregua. Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad. Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad, era solo una tregua. Ahora estoy otra vez metido en mi destino. Y es más oscuro que antes, mucho más."

Mario Benedetti. La Tregua.

Para Daltvila. A veces no puedo comentarte en el blog y lo hago aquí.

2 comentarios:

Marnie J. dijo...

La Tregua, "lo nuestro"... no sabe cuánto me gustó leerlo

Espera a la primavera, B... dijo...

La tregua, tan universal y tan propio.