lunes, 30 de mayo de 2011

Pataleta


Hay días en los que, de pronto, todo se me vuelve cuesta arriba, días en los que la realidad puede con todas mis fantasías, días de vino, embargos y rosas, que se funden para siempre como barras de plastelina, días en los que me doy cuenta de hasta dónde estoy metido y que no voy ganando ni una sola batalla sino huyendo hacia adelante. Días en los que le doy la razón a quienes se fueron, días de sol y sal, días que son lunes final de mes hasta atravesar el corazón como una aguja de ganchillo, días en los que necesito una razón más, una sola bastaría, para empezar de nuevo en otro lugar, con otra vida, con menos palabras, con menos sueños.

Pero entonces me acuerdo de que no he llegado hasta aquí para rendirme, que no he llegado hasta este punto, que no he luchado tanto para tan poco, que aposté y perdí para aprender a ganar más tarde, que la vida es lo que es y yo... yo decidí tomar este camino, que no es mejor ni peor sino el mío, que me lleva hasta tí y con esto me basta, porque no hay nada mejor que tener una ilusión, fe en lo que se cree, a pesar de todas las voces que te dicen que no vale la pena. Y sí lo vale.

Y para subir la escalera hace falta querer llegar hasta arriba y subir el primer peldaño. Y puede que mi competencia sea enorme, yo no quiero ser grande, yo quiero llegar a donde deseo. Nada más.

He invertido muchas horas, afectos... ahora no voy a tener miedo.

Perdonad si me doy ánimos a mí mismo aquí, pero hay días que lo necesito. Y estoy cansado de que intenten convencerme con la realidad por bandera. Me niego a aceptar lo que los demás crean de mí, si ellos no lo intentan.

Creo en lo que hago.

Vivir es lo que hago.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y haces bien, yo te doy ánimos. Un beso!

flower dijo...

Lo tienes tan claro, niño, que adelante, ánimo, fuerza, sigue con ese sueño, llegarás porque lo deseas con muchas ganas.

Mis deseos de que lo alcances son tuyos.

Besos,

Espera a la primavera, B... dijo...

Gracias por los ánimos, por todas esas imágenes que le llevas regalando a mis ojos y a mis dedos, gracias por la calma, por la quietud, por las pequeñas cosas, por esos inmensos cielos y por todas las orillas con todas sus olas aguantando la respiración ante tu lente.

Gracias por todo lo que no sabes que transmites. Y gracias por todo lo que sí sabes.

Espera a la primavera, B... dijo...

No sé hasta dónde llegaré pero sí que estoy seguro que el camino va a ser apasionante.

Tus flores y mi agua, tan de la mano, flower...

Un abrazo