jueves, 24 de febrero de 2011

Pasos que son palabras


Salgo a la calle, la luz invernal es menos luz contra la fachada del edificido de la acera de enfrente. Los perros bajan tristes y con cara de rutina, dan dos vueltas a la manazana y miran a sus amos preguntándoles que cuándo vuelven a casa. El invierno se ha hecho con el 51% de mi alma esta tarde, mi piel se ha vuelto de trapo, la llamada esperada que no llega, los olvidos olvidados, la soledad de las cortinas bajadas, de la calefacción apagada por derribo, Ulises y Penélope acurrucados en un rincón sobre sus cojines, el desorden de los documentos pendientes y el orden de las cartas (y facturas) en sus sobres. Mi alma gritándote a gritos en el silencio amortiguado de la calle. Tu voz resonando aún en un eco sordo atrapada en una telaraña invisible hecha con los hilos del tiempo.

Mi melancolía hace saltar la banca esta tarde, me alegra y me da rabia que no llueva, me dejo llevar por la nocturnidad de unos labios lejanos, por la mirada de la chica del centro de depilación que han abierto en la esquina y que, aburrida, debe haber elaborado su propia teoría de quién soy y qué hago con mi vida. Me pregunto si habrá llegado a alguna conclusión y si ésta coincidirá con mi percepción de mí mismo, me preparo para la caminata, para recitar estos poemas de acera que tú me inspiras sin que lo sepas, la planta de mis pies salmodian versos de pasos y polvo, te llevo en el bolsillo y en mis manos, en el escalón que bajo al cruzar un paso de cebra respiro, me detengo, para iniciar otra estrofa de asfalto hasta volver a tu nombre.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sencillamente sublime este texto. Te felicito, muy bien logrado.

¡Qué maravilloso percibir tanta sensibilidad en estos últimos posts tuyos!

¿Me prometes que nunca dejarás de escribir? Sobre todo, de esta manera tan sublime.

Nasnoches,

Amber

Hoba W. dijo...

Siempre me pones los pelos de punta, toni, pero a veces (como hoy) sucede que.................



Eres tremendamente grande, Bandini..

Espera a la primavera, B... dijo...

Amber, me gusta que te guste, ya sabes que lo de escribir lo llevo fatal, que se me ha hecho de trapo el alma, que tarde o temprano dejaré este blog en suspenso, que estamos de paso, Amber, que somos humo, peor aún, que somos palabras.

Espera a la primavera, B... dijo...

Hoba, siempre me miraste con buenos ojos. A mí, siempre que te leo, es como si me agitasen un bote de luciérnagas dentro del pecho.

Siempre te leo. Te leo y me pregunto.