martes, 18 de noviembre de 2008

Donde el mar te lleve


A donde el mar te lleve con sus olas lleva contigo tu nombre de tulipán, guardado en la boca, lleva de la mano a tu enemigo para que sepas dónde está en cada momento, llévate el secreto que me escondes y que tiene que ver con ese otro que te llama los martes por la tarde, que te envía mensajes al teléfono y borras una vez los has leído. Llévate todos estos años envueltos en un papel que no deje pasar la luz, que yo no los añore, que sólo de vez en cuando los eche en falta porque al mirar atrás encuentre unos años vacíos de los que me pregunte una y otra vez qué hice todo ese tiempo y no halle tu rastro de purpurina. Si te lleva el mar, a donde sea que te lleve, no vuelvas.

Pero si regresas y el mar pronuncia tu nombre de nuevo, llévame contigo, llévame aunque sólo sea para saber dónde estoy a cada instante.


La foto: Juro que se sentó así de forma natural, que intenté hacerle una foto a él y a su madre y que aburridos de que no se estuviera quieto ella se levantó y le dijo que nos íbamos, que si no venía se quedaría allí, como se suele asustar a los niños para que obedezcan. Él se quedó unos instantes quieto, luego serenamente se sentó en esta posición, de espaldas a nosotros. Lo echo mucho de menos, a mi niño, a mi tritón.

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