sábado, 1 de mayo de 2010

Boda


Ayer fui de boda. Se casó mi amigo Ricard con Noemí. La boda (por lo civil) se celebró en el exterior de una masía preciosa, en los jardines. Yo fui testigo del novio. No me apetecía nada ir y además empezaba a tener migraña. Como está muy a las afueras y había que coger coche no bebí casi nada lo cual repercutió en mi ya de mis pocas esperanzas de diversión. No pusieron sidra, y eso me alivió, en primer lugar porque así no tuve que luchar contra la tentación y en segundo porque no he ido jamás a una boda en la que pusieran sidra y me hubiera dado la sensación de que Dios existe. Dios sólo existe a veces (y no para todo el mundo).


La verdad es que no tengo ningún tipo de relación con los amigos de la novia ni demasiado buena con los amigos del novio. Mi precaria situación económica hace inviable que pueda salir con ellos. Supongo que consideran que soy un raro. Y probablemente lo soy. Viernes por la tarde, pocos y sin demasiadas ganas de hablarnos, la cena estuvo correcta. Intenté hablar con Benja y hablamos bastante, de sus líos de faldas y de lo bueno que es en su trabajo. También intenté hablar algo con el desconocido que estaba a mi derecha. Al cabo de un rato me di cuenta que estaba algo lento, luego pensé que quizá tuviera algún problema de nervios estuviera medicándose pero puede que sólo estuviese borracho y pasara tres pueblos de mi. El resto de la mesa ni me miraba haciendo gestos de que además no querían mirarme. Yo intenté hablar un par de veces. Supongo que debo gritar más. La chica de la bicicleta siempre me decía que hablaba flojito.


Luego bailamos y yo ya no me tenía en pie. A las dos se fueron a tomar algo. Me dolía la cabeza horrores. Me fui para casa. El novio se enfadó conmigo porque no iba a tomar algo con ellos, cuando se separó ibamos los dos solos siempra a emborracharnos. Sabía que no iba a soportar más de diez minutos en un local con la música a tope y me disculpé.


Generalmente no suelo divertirme cuando existe la obligación intrínseca de divertirse a no ser que me beba medio litro de algo que lleve alchohol. Esta mañana sigo teniendo migraña.


La verdad es que me sentí bastante solo y desplazado y me pregunté varias veces el porqué durante los momentos lúcidos y de aburrimiento. Concluí que eso es algo que ya me viene de pequeño y que no tiene solución. Esto no me molesta, en serio, a veces sí que me da un poco de rabia el hecho de que se me olvide y quiera entablar algún tipo de relación con alguien, siempre la acabo cagando y por culpa mía y debería estar acostumbrado a eso. Pero no me acostumbro.

Creo que ahora voy a ser consciente de ello durante un buen tiempo, a ver si esta vez escarmiento.


Soy un tío asocial. ¿Qué le vamos a hacer?

8 comentarios:

hécuba dijo...

Pues ya somos dos, Bandini. A mí estas cosas en las que se supone que te lo tienes que pasar bien y hacer jijijijajaja porque sí y ser la mar de guay no me van. Quizá sea culpa mía, quiźa es que no sé adaptarme. Quizá es que prefiero las cosas de verdad, cuando salen y no cuando parece que tienen que ser.
A mí también me dicen que suelo hablar flojito y en grupo no se me oye, por eso prefiero ni hablar.
Un beso.

Por cierto, en la boda de mi hermano mayor hubo sidra. Se casó en Gijón y no podía faltar :)

Gata dijo...

La vida es actitud Toni. Todos somos iguales. Todos por dentro, estamos cagados de miedo. Creeme.
Sé que hablar fuerte y en un tono vehemente, lleva tb a pisar fuerte, no sé porqué, pero ocurre. Te lo digo porque sé que te gustaría cambiar, sino jamás me hubiera atrevido. Sólo hay que hablar bajito cuando le gritan a uno.
Otra cosa es ser dulce, y eso seguro que lo eres, a lo mejor lo confundes con q hablas bajito ;))
Un beso bajito para q no te duela la cabeza
Mua

Eyjafjallajökull dijo...

Me siento tan identificado con lo que dices que casi da miedo
jajaja

Espera a la primavera, B... dijo...

Esta noche me he comido una pizza y he bebido... adivina... sidraaaa!!!! No hay nada como el sofá de casa y tele y sidra.

Espera a la primavera, B... dijo...

Ay, gata... sigo con migraña. Spidifén y camita después del fútbol de la tele. No suelo adaptarme a los eventos sociales. No me van los lugaras con mucha gente y a quienes no conozco.

Espera a la primavera, B... dijo...

Eyjaf, a veces es un buen punto de partida. A veces pertenecer a según qué grupos no merece el esfuerzo. Supongo que lo importatante es tener conciencia de uno mismo, saber que también tienes tu lugar en el mundo.

Gata dijo...

Los hombres de verdad Toni van por ahí con la cabeza alta, el ego justo y la honestidad como bandera, asi q mucho me temo que no eres un hombre de mentirijillas.
Muchos besos
( me siento fatalllll ;( )

Alf. dijo...

Me he sentido muy identificado con este post y me ha gustado mucho, ciertamente.