viernes, 7 de agosto de 2009

Sábado por la mañana

La foto no es de Ulises y Penélope pero son clavados. Penélope es más pequeña y negra con el morro blanco y la barriguita blanca y Ulises es rubito con la barriga y las patas blancas. En serio, esta foto es casi mágica porque es como si fueran ellos de bebés. No pudo ser porque Ulises es un año mayor que Penélope.


Le digo a la chica de la bicicleta que pase el fin de semana conmigo. Me contesta que vale desde el trabajo. Al cabo de un rato me llama "Hay setenta y un kilómetros exactos desde mi casa a la tuya". Le respondo que no hace falta que venga en bicicleta, que hay tren e incluso autobuses de línea. Me dice que ya lo sabía. Le pregunto que si se lo ha pensado mejor y me dice que tiene ganas de conocer a mis gatos. "¿Y de estar conmigo no?" pregunto "Tal vez"responde mientras yo imagino una sonrisa pícara detrás del aparato.

Tengo ganas de que venga, a pesar de que no voy a poder ordenar, limpiar, arreglar todo antes de que ella llegue, no puedo hacer en veinticuatro horas lo que tardaría un mes en acabar. Creo que se hará cargo, tampoco es que viva dentro del caos, sólo es que debí pintar el piso de arriba hace mucho tiempo.

Tengo ganas de que llegue, de enseñarle mi ciudad, de decirle "aquí me dejé los dientes cuando tenía ocho años y allí había una tienda de chuches que ya no está porque el dueño se jubiló". Tengo ganas de cenar en la terraza a la luz de las velas, que se haga amiga de Ulises y Penélope, de que sea tan friolera como dice que es y se me abrace, que pueda repasar su ombligo con mi dedo mientras suena Hotel Gurú suave y distante. Sí, tengo ganas de que nunca sepa que escribo, de que a parte de cartílago, huesos, piel, también estoy hecho de palabras; ganas de que cuando nos enfundemos el uno la piel del otro no descubra los postits llenos de frases pegados en mis pulmones, en el estómago, en el corazón, porque entonces las palabras se convertirán en otro yo que no se me puede comparar, alguien hecho de niebla, alguien que se guardará su mirada en el bolsillo del pantalón para poder reproducirla luego en un personaje de una novela, mientras el yo que la quiere se muere por navegar en el mar de sus ojos, por desenterrar con las manos los tesoros en las playas de su cuerpo.

Tengo ganas de que ya sea sábado.

12 comentarios:

amanda. dijo...

Esas nuevas ilusiones son fantásticas. Espero que salga maravillosamente bien. O al menos razonablemente bien.

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Estás persiguiendo un objetivo precioso. Un vez encauzado... vendrán rodados los demás, tras las ruedas de a bicicleta ;-)

Me gustan más estos posts que lo melancólicos y nostálgicos. Emprender es mucho más graificante, y con esta cortina de palabras que nosofreces tras cada historia... aún más.

¿Qué tal el título "La chica de la bicicleta" para una novela? Aunque no guarde relación con esta bonita historia de amor.

Abrazos, Toni.

Espera a la primavera, B... dijo...

Ays, la chica de la bicicleta dice que le gusta como hablo, yo le pregunto ¿por lo bien o por lo deprisa? y ella se ríe. Se ríe siempre, Amanda. Es como una central nuclear de sonrisas.

Besines, Amanda, Álvarez no hace más que preguntar por tí, dice no se qué de mariposas y no para de escuchar a Enrique Iglesias. Para mí que le ha dado un golpe de calor.

Espera a la primavera, B... dijo...

Concha, La chica de la bicicleta suena bien para una novela, sí, tienes razón... Sólo una cosa, creo que la chica de la bicicleta no tiene bicicleta, jeje.

Los posts nostálgicos eran como para coger carrerilla. Imagino que todo tiene que ver los ciclos vitales y antes de que llegue un amor uno debe sacar todo lo malo, todo el resentimiento para poder ser como una copa vacía donde no se mezclen los miedos y las historias no se solapen.

Supongo que el corazón herido es como un bosque después de un gran incendio. Tiene que pasar un tiempo, tiene que llover bastante, pero siempre se regenera, los pinos volverán a dar sombra, nunca se detendrá por el miedo a que pueda haber otro incendio.

Un besazo vacacional, te veo ya muy adaptada a tus vacaciones, jeje.

Luna Méndez dijo...

Que entrada tan bonita :)

Que pases feliz finde ;)

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Pues los dos párrafos intermedios de ru respuesta (a la mía) ya son los de la introducción. Podrías hacerlo tipo ensayo, y con una temática parecida a lo que escribes por aquí; lo del amor y el desamor llega y vende, porque es lo que nos mueve. Ya sabes que somos vehículos del amor (y tú y tu chica, además, en bici, aunque sea imaginaria :-))).

Imagínate un libro con capítulos que fueran descibiendo la secuencia desde el fin de un amor hasta el encuentro con otro, y el periodo de soledad intermedio. ¡Anda que no contarías tú cosas, con se piquito que tienes...! Con recopilar y ordenar muchas de las entradas que has escrito aquí, tienes la mitad. Ya sabes que soy muy práctica, pero es que lo veo muy claro. Si te decides te echo una mano en lo de organizarlo. Seguro que a tus lectores del blog les gustaría tenerlo.

Después de esta faceta de coach :-) sigo con mi veraneo.

Y,sí, estoy vagueando a conciencia; no leo, no escribo nada que me suponga un esfuerzo mental. Estoy descansando, pero bien. Lo necesitaba. Entro en la lista de bloglines a los que estoy suscrita y poco más. Los días que estoy aún en casa, me levanto temprano, paseo sola entre pinares, atiendo las labores marujiles, tomo un aperitivo... placeres superficiales, que he profundizado tanto últimamente que casi me quedo clavada por ahí abajo :-. Además, tengo una noticia buena que ya os contaré a la vuelta, y eso me ha dejado muy tranquila.

Buen fin de semana (que seguro que lo es ;-)

Anónimo dijo...

te deseo un sabado mágico!

Gata dijo...

Frena vaquero...
o tu sabrás ¡qué leches!
suerte
un beso de reserva ;P

Nebroa dijo...

Cómo me gusta ver el brillo de la ilusión en tus letras, aunque sea en pequeñito, mua

Unknown dijo...

Es genial leerte ilusionado ...

Tereza dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Tereza dijo...

Yo quiero q alguien hable asi de mi... q bonito!