domingo, 16 de agosto de 2009

Coincidencias


A la chica de la bicicleta le gusta Estopa. Le pregunto que si adivina cuál es la canción que más me gusta de ellos, imaginando que no la acertará. Ella dice que la que más le gusta a ella es "Ya no me acuerdo". En la subnomadía del Guinardó las coincidencias saltan las verjas, se cuelan por entre los barrotes de los balcones y llegan hasta la cocina con facilidad. La cantamos a dúo, cantamos luego "Dónde está nuestro error sin solución" de Alaska y los pegamoides, y así acabamos de preparar la cena, utilizando la cuchara de palo como micrófono, dejándonos la voz con los éxitos de los ochenta y noventa que suenan en radio Santa Coloma.
Luego cenamos con Pinturas, la chica de los ojos de brillo de luna y con Seda, nos vamos a las fiestas de Gracia, bebemos, bailamos, cantamos, pero sobre todo hablamos, hablamos de nuestras cosas, hablamos hasta en los silencios, perdidos entre las burbujas (mucho menos glamourosas que las del cava) de cervezas que duran muy poco tiempo frías. Me emociono, a veces lloro, se me vuelven a desbordar, por centrifugación, todos y cada uno de mis cinco sentimientos básicos: miedo, alegría, rabia, tristeza y esperanza. A veces me contengo, hace calor y me escondo detrás de algún bostezo que me enrojece los ya enrojecidos ojos. De vez en cuando me giro porque Eva y Pinturas hacen buenas migas. Me gusta. La chica de los ojos de brillo de luna me emboba cuando habla, me gustaría pasarle el brazo por el hombro y decirle que no pasará nada. Luego llegamos a casa. Eva y yo nos dormimos enroscados el uno en el otro como Ulises y Penélope las noches de invierno. Me duermo mecido en el mar de sus ojos mientras amanece en alguna otra parte del mundo. La cabeza me da vueltas pero curiosamente nunca he estado más centrado. Ha sido todo tan rápido... Como dos piezas de tetris. Sí, eso es. Como dos piezas de tetris... una verde y otra roja... en el momento oportuno, en el instante preciso.

Por la mañana de vuelta a casa. En la radio del coche suena...

6 comentarios:

Unknown dijo...

Esperanza ... si es verde, mejor.

Tereza dijo...

Los momentos en donde mas vivo te sientes son cuando sientes que todo encaja correctamente. Son momentos de plenitud.

Luna Méndez dijo...

como dos piezas de tetrix.
me encanta!

Fiebre dijo...

Siempre me gustó el tetris.
El juego que todos dejaban de lado en el ordenador, en el móvil...

¿Eva?
Buena elección. La 1ª. La POTENTE.
Espero, que siendo tú tan literario, no tenga connotaciones de ´pecado original´ ni surrealismos, ni nada de esas bobadas que nos han intentado meter con calzador y a alguna gente le han calado sin querer.

Afortunado Toni...

Anónimo dijo...

La chica de los ojos de brillo de luna y con Seda, lee tus palabras, después de haber leído tus ojos aquella noche, tus palabras son tus ojos y se adivina en tí enseguida quien eres, lo que actualmente no abunda en ningún sitio.

Gracias, por escucharme y por aguantar mis explosiones, la chicha de los ojos de brillo de luna y con Seda tiene ahora algo muy hondo en esos ojos, se llama tristeza, tristeza fuerte, de la que no se quita así como así. Pero llegará el momento. Ahora la chica de los ojos de brillo de luna y con Seda está contenta por la chica de la bicicleta que por fin ha encontrado su tetris, y ahí está él, tal cual, sin subterfugios, dulce y mágico, el chico de la carita de magia.

Gracias a los dos

Nebroa dijo...

Qué bonito el último comentario...