lunes, 12 de enero de 2009

video: Moby - Porcelain

La belleza del instante, de la mera observación, de la descripción tal cual, más allá de las palabras. Cada vez estoy más seguro de que la invención de la escritura surgió de la imposibilidad de detener un instante de belleza suprema. Curiosamente, tal fin, le dio a la palabra un nuevo camino igual de transcendente y bello: la literatura. ¿Qué más puedo decir? Todo escritor, aprendiz de escritor o aspirante a aprendiz de escritor (este último es, probablemente, mi caso) trata de captar eso que sí se ve y que no tiene más remedio que tratar de mostrar a los demás: el viento pasando entre las hojas, la soledad de un hombre solo en la playa, la frustración de un beso no dado ni correspondido, la alegría de una chiquilla ilusionada. Todo está en la mirada desapasionada de alguien que narra. No recuerdo quien dijo "no se puede no comunicar". Estaba en lo cierto. Ahora quién me quita ahora estas ganas de ser Raymond Carver.

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