lunes, 14 de noviembre de 2011

Desembocaduras


Ahora que ya lo sabes, que entraste de puntillas, que tuviste la certeza como si lo hubieras tocado con la mano. Ahora que ya sabes que (siempre lo supimos) que la mayor derrota siempre fue no haber luchado, que ahora ya sí somos dos extraños, ya sólo me queda decir adiós aunque lo haga ante el aire frío y lluvioso de noviembre, sin ti, sin lo que me devolvió algo que ya no tenía y que dejé de tener otra vez.

Ahora que ya no importa, que nos damos cuenta de que nunca importó; ahora que el mar ya no existe y por tanto, sólo el existe el mar, ahora que ya no queda nada, aunque desde algún punto de vista pueda decirse que ahora es el principio, me vuelvo al lugar de donde nunca debí escapar.

Te deseo suerte. Tómalo como algo extraordinario; últimamente es algo que no se lo deseo a nadie.

4 comentarios:

a contracorriente dijo...

¿Como se puede llamar a desembocar a la nada? Desembocar a un noviembre sin el...

No imaginas lo que me identifico con tus post...

hécuba dijo...

El mar siempre está ahí, Toni. Un besito.

Espera a la primavera, B... dijo...

Noviembre siempre fue un mes herido, nunca supe el porqué. Casi todo lo malo me sucedió en noviembre, todo lo perdido lo empecé a perder en noviembre.

Identificarse hoy conmigo es ser consciente de haber perdido algo valioso.

Espera a la primavera, B... dijo...

El mar ya nunca volverá a ser el mar, al menos para mí, hé. Gracias por estar tú ahí durante todo este tiempo.

Un fuerte abrazo