jueves, 25 de agosto de 2011

antes de dormir, no tenía pensado escribir nada. Me muero de sueño, disculpen las rarezas


Oigo el murmullo del universo mientras se despereza, el crepitar de las galaxias con su nacimiento y muerte de eternidades, te llevo dentro de las venas.

El amor no es besar hasta que nos sangren los labios, el amor es algo sucio, es como un soborno continuo, cien mil ángeles cayendo sin saber el porqué. Son estas letras que interpretarás a tu modo, según tu estado de ánimo. Tal vez encuentres algo que casi te pertenezca, o pensarás que estoy como una cabra, puede que seamos la excepción que confirma tus reglas, pero mientras sólo soy capaz de pensar en la idea del silencio absoluto, que como el amor tampoco existe.

Resulta extraño que algo que no existe duela tanto, se me cierran los ojos, oigo tu calor recorriéndome las venas, soy capaz de distinguir el infinito allá a lo lejos... y siento pánico ante la idea de que algo peor pueda venir. Me miro en el espejo, no me reconozco, y sin embargo empiezo a entenderlo todo. Todo en exceso mata.

Hoy el cielo estaba casi rojo, como si de un desierto lejano hubiera llegado, en lugar de las lluvias, algo para espolvorear las terrazas y las calles.

Sigo oyendo el universo dar una vuelta sobre si mismo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Volveréis a cerrar la puerta de la habitación. Adentro, pululará el aire viciado, la cómplice semi oscuridad, cierta atmósfera decadente y provocadora.

Os diréis de nuevo las mismas palabras, aquellas que buscaron fundirse con vuestros deseos, escudriñar vuestros anhelos, ella será el espejo impecable de los sueños que no le contabas.

Os susurraréis, otra vez, las mismas verdades aproximadas, efímeras de deseo, tan antiguas como la muerte, como el sexo, como el amor.

El amor no es sucio, no puede serlo, es noble y cuando no lo es, pues no es amor.

Divagaciones mías, éstas, provocadas por éstas divagaciones tuyas. ¡Descansa!

Daltvila dijo...

Pero ¡mira que eres terco!

No tengas temores infundados, no te sientas culpable de nada, todos nos equivocamos y basta con que aprendamos de los errores ¿y qué, si no aprendimos del todo?

Olvídate de los sobornos en el amor. Yo siempre recuerdo aquella canción creo que de Sting que decía: " Si amas a alguien, déjale libre". Y bueno, no se trata exactamente de dejarla marchar sino únicamente de dejarla libre en el sentido de ser ella misma, sin coartarla lo más mínimo.
Bueno, me estoy enrollando demasiado y yo solo había venido a dejarte la primera frase.

Buenas noches o Buenos días!

Espera a la primavera, B... dijo...

El amor es algo tan turbio a los cuarenta... Amber, yo creo que aún conservas la esperanza y crees en la humanidad y eres optimista.
Pero el amor, desde que es estadística, negocio, auditable como un estado de cuentas, ya ha perdido la fuerza de la locura.

Yo te animo a que sigas así, porque si hay algo que es capaz de contagiarse eso es el estado de ánimo.

A veces se necesita una sola persona para lograr una reacción en cadena. Prométeme que se la inicias me contagiarás a mí también...

... aunque no lo merezca.

Espera a la primavera, B... dijo...

Dalvila, al final todo se vuelve del color del crista al través del que se mira.

Quizá mañana lo vea de otra forma... no sé.

Gracias por comentar.

i dijo...

escribir de madrugada es escribir con una desorientación deliciosa y lúcida, aunque pueda parecer desordenada, ¿verdad?

Espera a la primavera, B... dijo...

El desorden es algo con lo que, desgraciadamente, convivo tanto dentro como fuera de mi cabeza...