miércoles, 17 de agosto de 2011

Ocho


Miércoles. Estoy seguro de que si existió la creación dios empezó un miércoles. El jueves ya estaba pensando en cerrarlo y esperar a que pasaran los noventa días para que se borrara definitivamente, sin dejar rastro. Pero no lo hizo aunque sí acabara olvidando la contraseña.

Esta noche he dormido tres horas, no suelo darle demasiadas vueltas a la cabeza, lo de siempre, no voy a cansar a nadie otra vez con lo mismo, se me llenaron las manos cóncavas de recuerdos, de mi vida hecha nostalgia, de razones por las que debo seguir hacia adelante, de intentos de salir de esta camisa de fuerza. A veces no sé qué decir ni qué hacer, me pregunto y me responde el bicho. El bicho sabe de qué materia estoy hecho, el bicho grita y corre por mis venas como un dios vengativo en pos de un país de pecadores en el que dar rienda suelta a su crueldad. El bicho se escapó de la jaula pero... se está haciendo viejo al mismo tiempo que yo, ayer lo sorprendí cansado, sentado bajo una higuera.

El otro día, una persona que me conoce demasiado me dijo que yo sufría algo así como un síndrome de Diógenes de los recuerdos y me dijo que debía ser consciente de que se vive hacia el futuro, que lo que yo hago es como tratar de caminar de espaldas y que es mucho más difícil y peligroso. "Y lento" me dijo "no somos eternos, toni. Deja de mirar al pasado y echarle la culpa a la persona que fuiste y crees que sigues siendo. Todas las mañanas tienes la posibilidad de reinventarte porque uno se reinventa con un mero cambio de actitud". Yo le podría haber dicho que tiraba por la borda cien años de psicología y dos mil quinientos de filosofía, pero por primera vez pensé que quizá fuera cierto. El bicho se calmó o quizá tomó sólo un descanso para coger fuerzas.

Y recordé (no escarmiento) la vez que me dijeron que tenía ojos de bosque, y sé también que, entonces, mi vida era un mero tránsito hacia esto que empiezo a ser ahora. Porque uno se acostumbra a casi todo, hasta a perder una y otra vez se acostumbra uno. Pero ya llevo mirando hacia atrás demasiado tiempo, creyendo que si soy capaz de averiguar los porqués no ha funcionado casi nada de lo que he emprendido encontraré la clave para que todo se solucione; y sólo se soluciona mirando hacia adelante, intentándolo de nuevo. Cada vez que me ocurre algo que se parece a un hecho anterior suena la alarma, y supongo que debo confiar en mi intuición pero no dejar que me paralice.

Hace días algo cambió dentro de mí. No sabría decir qué, ni tampoco podría determinar en qué punto estoy en ese proceso desconocido. Todo lo nuevo es desconocido, quizá voy encontrando la serenidad o sólo es que el bicho está de vacaciones, el caso es que a recorro un camino extraño y solitario en el que nadie más tiene cabida. Es como si dijera "mi vida es mía" y no pudiera compartirla. A veces es sólo que sé que no debo compartir la angustia, que en ese sentido soy un lastre. ¿Cuántas relaciones o amistades destruyó el miedo o la angustia?

He tomado la decisión de que de ahora en adelante me escucharé más a mí mismo pero siempre yendo hacia adelante, que a partir de ahora la vida va a pasar a ser algo emocionante porque lo voy a vivir desde la intensidad. Y me da igual que el del banco sea un estafador, que el tiempo que pasé montado aquella empresa del agua fuera un tiempo robado, me da igual que hablen mal de mí a mis espaldas con alevosía, premeditación y ensañamiento, porque pienso amar a mi destino en lugar de soportarlo como algo irremediable (y aquí hago caso a Nietszche).

Quizá el bicho sólo necesite selva, correr a sus anchas por la espesura, sentir el frescor del rocío al atravesar la maleza, respirar el aire limpio, sentir cómo se electrizan sus músculos hasta el punto en el que sienta, de forma casi física, que un alma habita su cuerpo.

Venceré a la rutina, o tal vez la haga mi aliada.

El tiempo hablará por mi. Es tiempo de emprender.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es reconfortante notarte así, Toni!
;)
Veo que te ha sentado bien este breve paréntesis fuera de Blogger.

Subscribo lo que esa persona querida para ti te dijo, que seguro, tú tb. le/la conoces muy bien, eso es algo que se entrevé, por tus letras... O yo lo intuyo. Será porque me gusta leer entre líneas.

Y, en mi opinión, no creo que haya "tirado por la borda" cien años de Psicología y menos 2500 de Filosofía, creo que esos mensajes están cargados de positivismo y de "tú puedes", estaba, supongo, haciéndose eco de las enseñanzas filósoficas y hasta psicológicas.

Busca tu felicidad, Toni, mirando hacia adelante, pero viviendo siempre el presente; estoy de acuerdo con esa persona.

Un muy fuerte abrazo, campeón!

Ámber

Espera a la primavera, B... dijo...

Buscaré la felicidad, Amber, no lo pongas en duda. Aunque no recuerdo quién decía que en la vida hay instantes felices pero no épocas felices.

Quizá tengamos que conformarnos con una felicidad al detalle en lugar de al por mayor.

Sé tú también feliz

Un abrazo

Toni

Daltvila dijo...

Me quedo con lo que te dijo esa persona que te concoce demasiado y que creo que te quiere bien. lo recordaré también yo si algún día flaqueo.
Hace tiempo alguien me dijo:

" (Mi nombre): ¡Vive!"

Lo mismo te digo:

Toni: ¡VIVE!