viernes, 25 de marzo de 2011

Ese lugar


..., y que la avaricia rompa el saco, que la verdad nos haga libres, que el pájaro en mano valga la pena, que la sombra del árbol que nos cobije no atraiga a los rayos...

Hay días en los que lo que soy se tambalea durante veinte segundos y no va más allá de un 4.5 en la escala de Richter. Hay días en los que un escalofrío me recorre la espalda sin saber de dónde viene la corriente de aire que lo provoca, días en los que me quedo mudo, o me tiembla la voz, o soy incapaz de mirar a los ojos. Y siento la fiereza del mundo y me corta todo como cristales... y pierdo la noción del tiempo y me miro en el espejo y me pregunto que quién me mandaría meterme en todo esto.

Hay días en los que en el balance, los resultados saben a óxido en los labios, que no detectan el humo del incendio, hay días en los que llegan las pérdidas al río coincidiendo con el influjo de la luna sobre las mareas.

Esos días son días huecos, días frágiles como un jarrón de porcelana, días en los que te llamaría por teléfono para quedar a tomar algo después del trabajo y nos contáramos las cosas, y que nos dijéramos sin decirlo te echo de menos.

Y que me dieras ese beso que guardas en ese lugar en el que viven las palabras.

2 comentarios:

Las Espirales de Brígida dijo...

Qué frágil, pero qué bonito.

Ojalá te dé ese beso.

Un abrazo

S.

Espera a la primavera, B... dijo...

Todo es tan frágil...