domingo, 20 de marzo de 2011

Cartografiando la superficie del océano

El agua corre por los surcos de una luna de plata, gigante, redonda, clara, tu mapa mundi, tu región-continente necesaria, mientras en otro lugar tú me esperas, gigante, redonda, clara, mi mapa mundi, mi religión-continente necesaria, mirando por la ventana del tercer piso sobre la purpurina de la ciudad trasnochadora. Se me cierran los ojos mientras escribo, sujetos a un mal menor deshilachado como los bordes de una colcha antigua.

Porque sigo sin encontrar las palabras, porque las voy perdiendo por los agujeros de los bolsillos, porque a base de ocupar el tiempo se me va vaciando el alma, porque a pesar de no tener miedo, siento que, en cualquier momento aparecerá algo tan grande que no sabré qué hacer con ello...

Porque el tiempo es una región limítrofe con el olvido.

Porque echo de menos la luz que no dejaba ver la luz.

Porque esta vez es la última vez.



El encanto de los cortos antiguos... (no os perdáis la música del final)

4 comentarios:

Antonio Moreno dijo...

"A base de ocupar el tiempo se me va vaciando el alma". Es mi actividad favorita, y la actividad que me permite ser feliz y no devorarme por dentro.

Anónimo dijo...

Ya no sé si es mito, ciencia o leyenda,
si ya no está tan cerca o su sana locura es verdad,
sólo sé que mientras la luna orbite la tierra
siempre habrán flores y trigo verde en los camposy el sol sonreirá.

¡Una preciosidad de texto! Bonita inspiración y homenaje le rindes a la luna.

Espera a la primavera, B... dijo...

El tiempo , todo lo que somos se lo debemos a él. No me queda claro cuál es tu actividad favorita, Nanete, si ocupar tu tiempo o vaciar el alma.

Gracias por tu certero comentario

Espera a la primavera, B... dijo...

Amber, la luna... Amber y la luna, tienes nombre de ámbar, de gota de rocío eterna. Amber sabe a pregunta, a enigma, a subterfugio... si fuera pirata y tuviera un barco lo llamaría "Amber y la luna" y surcaría el océano a cañonazo limpio contra el arcoiris.

Apuesto a que tienes ojos de luna.