miércoles, 1 de julio de 2009

Sin cobertura en el país de las Maravillas


Alicia tenía que llamarme esta mañana. Yo no podía esperar y a las seis ya estaba despierto. El horóscopo de Terra me dice que justo cuando algo parecía imposible sucederá algo que contradiga esa afirmación. Pero yo espero esa llamada en la que me tiene que desvelar un secreto que ya dura quince días. No sé qué será. A cambio yo le debo clarirficar una pregunta que hice en uno de sus juegos y que también era secreta. No recuerdo la pregunta que hice exactamente ni qué respuesta me confirió el libro. Sólo sé que Alicia me prometió llamarme esta mañana como suele hacer a menudo y no lo hizo. No estoy enfadado ni triste. Sólo estoy pensando qué será y en si lo que nos contemos hoy nos unirá o nos separará.
Me voy arriba a trabajar. Hoy tengo cosas que solucionar y también tengo pagos. Soy de los que dejan algunas cosas para mañana y ese mañana ya dura algunas semanas.

Hoy tengo la sensación de que es uno de esos días en los que puedes cerrar muchos capítulos de tu vida, darles carpetazo, para poder empezar algo nuevo. Sin embargo sospecho que hoy no podré escribir ni una sola línea más cuando acabe esta entrada. Ya es julio. Me siento bien pero extremadamente cansado. Ayer salí a cenar con Paco, le ví bien. Hay personas que pase el tiempo que pase sabes que podrás hablar con ellos con la misma confianza, como si no hubiese pasado el tiempo desde la última vez que te ves con ellos. Con Paco es así. Ojalá siempre todo fuera tan fácil con todo el mundo.

8 comentarios:

Genética Inexacta dijo...

Pues qué mejor día que el primero del mes para zanjar con las cosas que se quedaron a medias?
Venga esos carpetazos!

Besotes miles

Loida

hécuba dijo...

¿Y bien? ¿Te ha llamado?
Sí, ya lo sé, no es asunto mío :)
A mí también me gusta la gente como Paco, pueden pasar mil años y el día que hablas es como si no hubiese pasado ni un segundo. Ojalá fuese igual de fácil con todo el mundo, sí.

Espera a la primavera, B... dijo...

Alicia no ha llamado. A veces me siento como Forrest Gump, y creo que no entiendo lo que pasa a mi alrededor, que en realidad soy un idiota social. No debería dejar de hacer cosas por esperar que alguien llame o me pida que nos veamos. Aunque Alicia, generalmente, se porta bien conmigo, me invita a cenar, hablamos, su marido me cae bien (es buena gente). El tiempo pasa y cada día nuestras vidas divergen más de las de los demás. Ojalá fuese igual de fácil pero también hay que adaptarse a lo que hay.
Me gusta esa foto en la que, probablemente, sonríes.

Un abrazo

Espera a la primavera, B... dijo...

Al final no ha habido carpetazos,sólo más dilaciones... ¿qué le vamos a hacer? Loida, tu nombre me suena a princesa medieval.

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Tampoco esperes mucho de Alicia ni de nadie, Toni. Le resta lirismo a la vida caer en la cuenta de que, si no eres tú, nadie te "salva", pero es así.

No es que esté hoy precisamente muy preparada para aconsejar a nadie, pero esto que te digo se me cayó por su peso hace tiempo.

Un abrazote

hécuba dijo...

Lo siento, toni. A mí me suele pasar igual, cuando espero algo soy incapaz de hacer nada más y estoy esperando como una tonta. Y la mayoría de veces me quedo como una tonta. Quizá es porque soy una tonta.

unbeso.

Espera a la primavera, B... dijo...

Supongo que Alicia ha tenido miedo de que nos contásemos los secretos, es normal. Aunque tenemos confianza, estoy seguro que nos hará bien esta espera, Concha.

Y una mierda! mañana me presento en su casa!


A mí, Cova, cuando me pasa algo así, por crédulo, suelo decir que estoy en modo tonto, como si fuera uno de esos chismes a los que puedes poner el piloto automático y lo pones en ahorro de energía. Pero no soy tonto, sé que sólo soy alguien que aún tiene la esperanza de que el ratoncito pérez me traiga una moneda de veinticinco pesetas y me devuelva el diente a su sitio.

Un beso

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Ja, ja, ja... ¡qué prisas te han entrado!