domingo, 26 de julio de 2009

No soy nada


Vuelvo a mis cuarteles de invierno (tiene guasa que lo diga en pleno mes de julio y con el termómetro sudando). Esta noche he sentido la certeza, como una punzada en el estómago, de que no soy lo que escribo. Soy un fantasma.
Un fantasma que no tiene ni cuerpo ni alma, un fantasma de sábana vieja y raída, un fantasma de los que ni dan miedo. Soy "esa cosa" que escribe mientras que lo importante es lo escrito, soy lo que tú lees pero no soy lo que te escribe. Nunca lo he sido. Si has pensasdo que sí, por lo visto, es una ilusión. Soy un espejismo. Así que soy un fantasma y un espejismo, menuda nochecita.

No sé si mañana me levantaré de la cama y comprobaré que las sábanas (la mía y las de mi lecho) no se habrán arrugado o si entenderé que todos estos años haciendo la cama era un ejercicio de disciplina más que una necesidad de alisar mis torcidos sueños. Tal vez me dé de bruces contra la torpe y cotidiana realidad y esta vez no me encuentre en el espejo cuando intente lavarme la cara o intente poner pasta de dientes en un cepillo que no existe, en una casa que no habito.

En cualquier caso hoy me he encontrado con la advertencia (como si de una señal de tráfico se tratase) de que tenga cuidado no vaya a dar a entender a quien me lee que hay alguien detrás de estos posts que aparecen misteriosamente en este blog. No, no hay nadie detrás. Nadie que sienta, ni sufra, ni ría, ni se las ingenie para hacerte reír o sentir bien; o sentir mal, nadie que, simplemente, se permita decirte que, a pesar de que la distancia entre autor y lector puede ser diez veces la distancia de la Tierra a la luna, el primero es, en realidad, intangible. Por lo visto, no existe en un plano real "tienes que colgar un cartel donde sea bien visible para que todo el mundo pueda verlo: Prohibido existir (ni tener esperanzas de hacerlo)". Sólo hay niebla. Fría. Niebla sin esperanzas. Niebla que el sol borrará a mediodía.

Sospecho que tú ya te habías dado cuenta pero no me lo decías por no acelerar el proceso. Sospecho que por eso tanta gente ha empezado a ignorarme y empiezan a cuadrarme muchas de mis últimas vivencias, como cuando acaba "El sexto sentido" y Bruce Willis hace flashbacks por las escenas en las que él creía estar pero no estaba. Sí, supongo que es eso. Entonces, supongo que seguirán apareciendo posts mientras siga creyendo que los escribo y seguiré recibiendo comentarios mientras siga creyendo que alguien los lee, siente algo y luego envía una respuesta.

Espero que dure. Porque no sé hacer otra cosa

16 comentarios:

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Hombe, desonciertas un poco, porque pasas de este es mi año a no existo, pero, por otra parte, reflejas lo que nos pasa un poco a todos. Tú lo expresas y otros lo interiorizamos y lo trabajamos. Esos días de “¿qué pinto yo aquí?” “¿soy fiel a lo que pienso?” “Desaparecería del mapa”, los tenemos todos, creo yo. Son picos que se manifiestan porque estamos muy pendientes de lo que pasa a nuestro alrededor, desde el egocentrismo. Si consigues no aferrarte a nada, desapegarte de todo y existir… baja ese estado de intranquilidad o de abulia.
Pero alguien sí que eres, por Dios. Algunas de tus entradas reflejan que tienes bastante que mostrar, por eso yo, en concreto, te tengo en mi lista de suscripciones a blogs. Luego, depende del estado de ánimo del que escribe y del que lee… verás más llena la entrada o más vacía, como en la vida “pispa”.

¡Ánimo!

Espera a la primavera, B... dijo...

Imagino que a esto se le llama crisis de identidad o crisis existencial. He pasado unos días un tanto extraños. Desde que me anule una comida alguien que me pega broncas cuando la llamo un par de días antes para proponerle o cancelarle algo, pasando por la confirmación de que el que yo considerara mi mejor amigo hace algún tiempo es un hijo de la gran puta, o de que me marquen el terreno a cañonazos. Creo que tengo derecho a enfadarme y a plantearme qué es lo que quiero sin tener que dar prioridad a lo que quieran los demás. Y en ese plantarme cosas para empezar me pregunto quién soy y que si alguien me confundirá con el rastro que dejo en el blog. Si me idealizarán y luego, comparándome con sus espectativas, me creerán un fraude. Ahora mismo no sé ser. Ahora mismo estoy confundido creyendo que empujo a otros a la confusión.

Un beso

toni

Genética Inexacta dijo...

Los que escribimos contamos con la ventaja de contar o no, la verdad y lo bonito de la lectura está en la libertad que se otorga a quien lo lee.
No se puede leer La vieja sirena si no crees mientras lees que las sirenas pudieron existir o que al algún remoto lugar del oceano exista alguna, no se puede ver una pelicula en la que un amor imposible gana la batalla a todos los contratiempos si mientras la ves te pasas el tiempo pensando en que eso no existe... con esto quiero decirte que nos dejes imaginar Toni, déjanos crearte detrás de las palabras.
No se si te lo he dicho alguna vez, pero Carlos Ruiz Zafón decía en El juego del angel que " al escritor se le conoce por los rastros de tinta que va dejando", no creo que en realidad difieras mucho de lo que escribes y si difieres..... ES COSA DEL LECTOR, allá él ( algún riesgo tendría que tener esto de ser blogero, no?)

Besotes desde mi playa

Fiebre dijo...

La vida es una montaña rusa.
Hoy eres un fantasma, mañana serás Superman...
Y vuelta a empezar.
Un beso Toni.

Espera a la primavera, B... dijo...

Este calor me está fundiendo las neuronas.

lunia dijo...

Igual no eres tu o tal vez se trate de algún otro tu. Pues bien no?, si en vez de uno podemos tener dos. O es algo del rollo Jekyll y Hyde?

Espera a la primavera, B... dijo...

Ay, Loida, unos días triste y dolido y otros como unas castañuelas. Si es que no doy abasto.
Si soy como escribo soy una montaña rusa como dice Fiebre. Una montaña rusa sin elementos de seguridad.

Un beso.

Espera a la primavera, B... dijo...

Lunia.Sí, algo de Jekyll y Mr. Hyde hay en mí. Lo que ocurre es que me pasa de forma espontánea. Un día estoy en lo más arriba y otro sacando carbón en el infierno. Y ahora que estoy sin cobertura en el país de las maravillas pues más.
Qué hay de esa sidra prometida?

lunia dijo...

Día? Hora? Después que digan que las mujeres somos dificiles!

Espera a la primavera, B... dijo...

Ah, es verdad, que la sidra la prometí yo. Día? Quien quieres que se presente, Jekyll o Hyde? Porque de eso dependerá el día...

lunia dijo...

Dificil decisión, porque hay días en que me levanto con ganas de uno u otro. Y tu, quieres quedar con Tomb Raider o Joan Fontaine? Mejor dejesmolo al azar.

Espera a la primavera, B... dijo...

Pues como se junten Hyde y Tomb Rider de robar un banco no bajamos, preciosa.

hécuba dijo...

Si los demás se crean expectativas es cosa de ellos, tú eres el blog y el no-blog, lo eres todo y ese todo es lo que cuenta.
Un beso, toni.

Espera a la primavera, B... dijo...

A veces no sé qué soy para el otro. A veces creo que algo y no es nada. Y a veces es nada y es un poquito. Nunca acierto, Cova. Quizá lo mejor es esperar que el otro te coja la mano mientras paseas junto a él. A veces las cosas son sencillamante sencillas y lo sabes porque tienes la certeza de que lo estás pasando en grande. Espero que ese concierto te dure mucho por las venas.

Un beso

hécuba dijo...

Supongo que la mejor manera de enterarse es preguntar, pero no suele ser fácil.
El concierto de ayer, toni, fue como volver a creer en Santa Claus.

Espera a la primavera, B... dijo...

Jo, entonces no dejes de creer ya nunca más.