martes, 15 de septiembre de 2020

Siete vidas




A veces las cosas son difíciles sólo para poder reponer a ellas. 

Hace años, alguien me dijo que al final siempre se gana, o tienes una gran alegría o una gran lección que te servirá el resto de tu vida. 

Y una mierda.

Cansado de grandes lecciones, porque soy de los que no aprendo. Los idealistas deberían saber que tras una gran lección siempre habrá otra oportunidad para cagarla, probablemente de la misma forma, o parecida. Porque para algunos el mundo está hecho de ilusiones, de proyectos y de futuros diferentes. 

El mundo está hecho de esas ideas, de esas ganas de mejorar las cosas.

Luego vienen los financieros. Los que hacen dinero con los proyectos de los demás. La humanidad es la historia de esa puta simbiosis.

Bueno, claro, todo es mucho más complejo, pero esto no es un post de antropología. Es lo que es. Y casi siempre es nada.

Escribirte pensando que me lees. Y últimamente imaginar.

Y soñar a veces.

Porque a veces tengo la sensación de que ya gasté las siete vidas que me llevaban hasta ti.

Y ahora, tengo que vivir con lo que me queda.



 

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