domingo, 30 de diciembre de 2012

El año en que volví a tener ganas de regar las plantas


Hace días que escucho esta canción todos los días. No había visto el vídeo hasta hoy. No sé por qué tenía una norma que me impedía subir dos vídeos de un mismo artista en dos posts consecutivos, pero el deseo siempre es más fuerte que cualquier barrera que uno se encuentre o cree.

El vídeo trae recuerdos, en general, de un verano que se acabó hace tiempo. Un verano de lugares y de momentos, que se acaba muchas veces a lo largo del año desde hace años.

Dicen que el enamoramiento dura, como mucho, dieciocho meses, que puede que llegue a tres años, pero que luego sólo queda un lenta caída, o reinventarse, la solidaridad, el respeto, otra forma de cariño. Los que escribimos en blog, por lo general, hablamos casi siempre del amor, a veces del desamor, intentamos decir en voz alta cómo nos sentimos, cómo nos hacen sentir, tratamos de cifrar mensajes ocultos, armando palabras como si fueran piezas de lego.

Supongo que lo peor es cuando el desamor llega a destiempo, cuando tú aún estás enamorado y el otro ya no, incluso cuando es el otro que sí lo está y tú ya no sientes nada, ni piensas en reinventar nada, cuando ninguno de los dos sabe lo que pasa.

El otro día leía en una entrevista a un hombre cuya madre se había suicidado después de una depresión cuando él era pequeño. Decía algo así como que su madre era muy cariñosa, le daba mucho amor, pero la depresión hizo que rompiera ese vínculo de cariño, que se desentendiera de él, y que eso lo había llevado siempre consigo, que siempre se había sentido como un caramelo que, una vez lo has probado, lo escupes porque no te gusta.

Me quedó esa imagen, porque ¿quién no se ha sentido así alguna vez? y ¿quién no se ha sentido como un trapo sucio, sustituido por otro limpio? Ni mejor ni peor que tú, sólo que menos desgastado por el uso.

Hace sólo unos pocos años que aprendí a odiar, antes no sabía lo que era. Soy un hombre incapacitado para el odio, siempre lo he sido, así que sentir eso me dejó más aún perdido. No se debe odiar pero tu cuerpo y tu cerebro odian, porque se odia con la intensidad que se ama, aunque no siempre que has amado intensamente eres capaz de odiar.

Se acaba el año. El año en el que me salvé del desahucio inminente, en el que me me reinventé de verdad aunque empezara hace un año y medio, en el que aprendí a competir en premios, en el que creé algo difícil de creer, algo extraordinario, algo que me ha permitido cumplir mi sueño al mismo tiempo que me libraba del abismo. Doy gracias por haber creído en mí por encima de las voces que me decían que eran pájaros en la cabeza.

Pero eso no quita que me sienta como un caramelo en el suelo, por mucho que haya pasado el tiempo y por mucho que las cosas hayan cambiado y el precipicio quede lejos. Ayer, en una entrevista a Lucía Etxeberria, contaba que, a pesar, de tener las cosas claras, vivir sola y todo eso, el subconsciente te pone una serie de metas que si no las cumples pierdes valor hasta conseguirlas. Y que los escritores, por lo general, al tirar de la sensibilidad y sobre todo, de la observación del entorno son más conscientes de por dónde va el mundo y dónde estamos situados en él. Tenemos, quizá, un mayor nivel de autoconciencia social y qué le pasa al personaje que somos...

No sé, en el pasado dije cosas que no estuvieron bien. Fueron fruto del odio. Sigo odiando, pero menos, cada vez me odio menos a mí mismo también. Me he vuelto más práctico y creo que más consciente de cómo son las cosas. Ya no soy un anti-héroe ni un loco; lo echo de menos pero ahora soy más fácil y al mismo tiempo tengo menos expectativas, que no significa que no tenga menos esperanzas.

Espero que mi trabajo me lleve a conocer a buena gente, que me haga creer de nuevo en la humanidad, pieza a pieza, y que pueda volver a escribir como hacía antes. Y que pueda volver a concentrarme en la lectura sin que me ponga nervioso y tenga que estar levantándome y sentándome y salir a dar una vuelta para tranquilizarme.

Y espero seguir leyendo blogs y conociendo en profundidad a personas que serían personajes en cualquier novela.

Antes de que el tiempo se agote.

Y gota a gota se vaya filtrando en la tierra para dar vida.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por formar parte de mi Selva Toni, gracias por haber estado en este, mi 2012 tan complejo, y que termina aún mas complejo, simplemente gracias con un abrazo larguisimo que te quiere mucho y siempre te desea lo mejor desde el otro lado del mar, -y sé que tendrás lo mejor-.

Fiebre dijo...

¡Qué manía tienes de decir que volverás a escribir como antes!
En los años que llevo blogueros, siempre ha ido conmigo: en el móvil, y ahora en el IPad al calor de un gintonic en una terraza de invierno...
TU eres la escritura.

Espera a la primavera, B... dijo...

A veces soy capaz de estar en esa selva, de soñar contigo en blanco y neg... blanco, a veces el océano es un charco y otras un universo más ancho que la eternidad misma.

Siempre te voy a desear lo mejor, todo y para todos los que están contigo y sirva para 2013 y para todos los que tendrán que venir.

Besos

Toni

Espera a la primavera, B... dijo...

Pues yo te echo de menos, Fiebre. Y me gustaría escribir como cuando era capaz de leer.

Pero me cuesta mucho leer.

Besos de champions league.

Toni

Rorschach Kovacs dijo...

Odiar es una inmensa pérdida de energía, te aleja y te ata a la vez en un ciclo que se alarga ad eternum, aunque claro, yo soy más bien del tipo atormentado que le da vueltas y vueltas a los detalles, por lo cual tampoco doy ejemplo en la práctica de la indiferencia…xD
Un post melancólico, a juego con el blog y con cualquier balance de fin de año
Me ha venido a la cabeza una canción –aunque hay muchas- de Nacho Vegas
http://www.youtube.com/watch?v=Fwy12dvkf0M
Feliz 2013, espero que las cosas vayan un poco mejor y ese proyecto siga adelante.
Un saludo.

Kaoki dijo...

Quizás es demasiado fácil y barato desear lo mejor.

Pero es lo que te deseo. Lo que creas mejor para tí en este futuro que viene al galope para todos.

Muxu bat.

Espera a la primavera, B... dijo...

Gracias por el tu comentario y por el vídeo. De Nacho Vegas me gusta mucho una canción "Me he perdido", que canta con Cristina Rosenvinge.

Eres bienvenido siempre a este blog, Kovaks, feliz año

Espera a la primavera, B... dijo...

Muchos besos, Kao, espero que todo te vaya muy bien y que este año te traiga todo lo que desees, así que desea aquello que te llene el corazón.