lunes, 16 de agosto de 2010

Te miro y tiemblo


Me dices que te transmito calma, pero lo dices nerviosa, lo dices mirándome a los ojos como queriéndome decir algo más que no te atreves. Me gusta cómo me miran tus ojos cuando me hablas, me gusta cómo miran el mundo, tienes los ojos del color del fondo de un pozo de brea y el brillo de la llama que se le acerca, siempre a punto de prenderla. A veces me pregunto cúantos cadáveres de incautos animales se estarán descomponiendo allí, y si sus almas alguna vez podrán ser libres o se quedarán pegadas a sus cuerpos incapaces de llegar a la superficie y salir volando.

Te digo que me gustaría volverte a ver y tú sonríes. "No", me respondes, "no te equivoques, sólo ha sido una tontería, no creas que hablo con desconocidos en los bares. Tampoco te imagino a ti entrando a mujeres como yo con una excusa. Es más, diría que, en realidad, esperabas que te dijera que estaba esperando a alguien. Pero no estoy esperando a nadie. Hace tiempo que ya no espero a nadie. Y no es que prefiera beber sola, lo que ocurre es que cuando un hombre te entra con la excusa de hablar, lo que quiere es acabar acostándose contigo. Y a ti, se te nota demasiado que lo que en verdad quieres, es hablar. Tú has venido a mí porque estás tan solo como yo".

No sé por qué pero me molesta esa confidencia, siempre me subleva la certeza de ser demasiado transparente. Pero por una vez te equivocas, princesa, esta vez tu cuerpo es mi destino, ambos necesitamos exfolirnos estas soledades de la piel hasta arrancárnoslas el uno al otro, y mientras hacemos el amor con las palabras, tú y yo ya estamos entre las sábanas, acariciándonos a verbos, dejándonos el aliento en queda sílaba.

Tú sonríes cuando te digo que te equivocas, cuando te digo que esta noche tú y o dormiremos juntos aunque sea en dos puntos de la ciudad alejados, que tú dormirás pensando en mí aunque te lleves a otro a la cama y que yo te soñaré despierto hasta que me canse de aullar a la luna tu nombre. Sonríes con soberbia, sonríes sopesando si seré yo ese hombre que te quite de una vez por todas esas ganas de salir corriendo.

Te vence la costumbre. Decides que no, que yo no soy el que te parará los pies, piensas que yo también me acabaré sometiendo a tus caprichos, que un día te cansarás y me dejarás y soportarás con hastío mi dolor estúpido de hombre abandonado, mis gritos por teléfono, mis mails cargados de mil sentimientos opuestos entre sí. Y me miras con tristeza. Y tal vez piensas que todo es lo mismo, que los hombres somos niños grandes y las mujeres son en realidad los hombres. Y dejarás que te dé mi número de teléfono y puede que hasta digas que a lo mejor me llamas.

No me preguntes el porqué pero sé que si hoy vuelvo al mismo bar estarás allí esperándome sin esperanza, tal vez por probar si lo que intuyes es o no es mentira, si por fin, por casualidad, encontrarás esa calma, si tu alma encontrará en otra piel lo que tu piel ya ha dejado de buscar en otras almas. Y sabes que por intentarlo no pasa nada, que saldrás indemne si fracasas, que lo más fácil es siempre rendirse y hoy... hoy tienes ganas de dormir desnuda, hoy tienes ganas de saber si ese ardor en la sangre tiene remedio.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que más me gusta de tus escritos, a parte de tu depurada y buena prosa, claro, es que se puede creer que es ficción o que es realidad...
Dejémoslo, pues, a discrección y criterio del lector/a.

Mil somriures,

Amber

Anónimo dijo...

y volveras?..y la encontraras?...y lo intentareis?...y saldra bien?...di que si

Espera a la primavera, B... dijo...

Amber, todo puede ocurrir en una mirada. Al fin y al cabo escribir es intentar descifrar todos los lenguajes que caben en el lenguaje.

Mil somriures per a tu.

toni

Espera a la primavera, B... dijo...

A la noche siguiente no volví, Anónimo. ¿Hubieses vuelto tú?

Anónimo dijo...

Seguramente si habria vuelto :))). Y si fuera Ella /El?

Yo (mujer)

Espera a la primavera, B... dijo...

No lo he entendido Anónimo, de veras, ...y si fuera Ella/El ¿quién? ¿Puedes especificar más la pregunta?

Ana Laura dijo...

Te lo repito, me gusta mucho como escribes. Me llegas. Te sigo.