sábado, 7 de agosto de 2010

Nunca quise ser mercenario



Y me siguen faltando las palabras, como si de una vez por todas hubieran sellado el pozo de donde brotaban, como si se hubieran derrumbado las paredes, como si en algún lugar mucho más arriba, alguien hubiera decidido dejarme en el silencio, no como una condena sino como una lección de la que aprender.

A pesar de ello duermo mejor, descubrir que no estoy solo en el mundo, que otros piensan y desean lo mismo que yo me tranquiliza, me provee de una fuerza serena, me trae el recuerdo del porqué quise esta vida en lugar de otra, si somos almas y decidimos encarnarnos para cumplir una misión o aprender algo que nos es imprescindible, yo elegi ser quien soy para llegar a este punto de partida con los conocimientos y las necesidades y anhelos que tengo.

Siento una profunda gratitud por todo, hoy he pensado que todo aquello que he considerado malo para mí se ha convertido en una oportunidad para cambiar mi destino y con él, espero, que el de mucha gente. Siempre he hablado de las personas en quienes tenía confianza y se fueron, y hoy pienso que, de no ser así, hoy seguiría metido en una espiral que no me dejaría ver más allá, que seguiría confundido, que seguiría trabajando en algo que no me correspondía. Estos últimos meses han supuesto una nueva lección para mí. De lo ocurrido estos meses atrás he tomado dos decisiones fundamentales:

1. Quiero trabajar en algo que tenga corazón, que me llene, que sepa que estoy haciendo un bien a mucha gente. No, no puedo, no me sale, nutrir a la gran maquinaria, no puedo servir a un sistema que haga más ricos a quien menos lo necesita a costa de los que más lo necesitan. Y mucho menos a través de algo tan fundamental como el agua.

2. Puede que nadie (o muy pocas personas) crean en mí. Puede que no cumpla sus expectativas y que piensen que sólo soy un iluso más. A ellos les diría que el mundo avanza gracias a los ilusos, a los que no ven el límite, aquello de "los que dicen que eso no se puede hacer deberían dejar de molestar a los que lo están logrando". He aprendido a creer en mí a pesar de todo, y uno sólo cree en sí mismo cuando supera, una a una todas las dificultades. De ello he aprendido que el dinero no es lo importante, lo importante es ser lo suficientemente fuerte (y perseverante) para mantenerse firme en lo que uno cree. La otra decisión es trabajar en ello aunque no vea los resultados a corto o medio plazo.

Estas dos decisiones son recientes, antes estaba confundido porque me han pasado muchas cosas. De todo ello he aprendido que si actúas honestamente sólo te queda la satisfacción de hacer lo correcto, el resto se va, uno se puede quedar solo, no lo reprocho, todo el mundo tiene sus propias motivaciones y actúa en consecuencia.

No sé qué pasará a partir de ahora, no sé que ocurrirá ni qué me deparará el futuro. Creo que mi situación actual propicia que siga solo durante mucho tiempo. Podría tomármelo como un drama o tomármelo como una gran oportunidad. Apuesto por lo segundo. Como ya dije antes saber que existen más personas con un interés similar me ha ayudado a reafirmarme, el mundo puede salvarse, tenemos una oportunidad única de hacer las cosas bien, de colaborar en lugar de saquear, de dar en lugar de quitar. Tan simple es como si tratamos a los demás como a nuestros hermanos pequeños ellos nos tratarán como a sus hermanos mayores, si por el contrario los tratamos como la oportunidad para enriquecernos, no podemos esperar que dentro de unos años nos agradezcan nada.

No tengo pareja, no tengo hijos a los que querer, por tanto tengo miles de hijos a los que ayudar.

No tengo patria si mi patria está en manos de saqueadores y piratas, pronto no tendré casa, no tengo raíces profundas, por tanto tengo el mundo entero y mis conocimientos y mi talento. Tengo amigos. Nada más me hace falta.

Y si me pierdo en el intento, sé que habrá muchos más como yo, y entonces, nada de esto habrá sido en vano.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo te mando un beso y un abrazo fuerte.

Angela

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Espera a la primavera, B... dijo...

Angela, eres la persona más honesta que conozco. Te llamo para saber cómo estás, te llamo para oírte reír pero sobre todo porque hablar contigo es, inevitablemente, reconciliarme con el mundo, saber que existe alguien como tú me hace seguir adelante.

Gracias por ser mi amiga.

Un abrazo más fuerte aún que el tuyo.

toni

Anónimo dijo...

Me encanta ver la luz al final del tunel, y yo te la veo y más cerca de lo que puedas imaginar.

Nunca estarás solo si de buenas y comprensivas almas te rodeas.

Y recuerda aquél dicho, "un grano no hace granero, pero ayuda al compañero".

Una amplia y SINCERA sonrisa te regalo,

Amber