viernes, 13 de agosto de 2010

Palabras para el bienestar (Siempre quise poner este título pero le pertenece en copiright y en alma a Concha Barbero, ed. Obelisco)



Ya son cinco noches sin apenas dormir. Esto ya está yendo demasiado lejos, sin embargo, parece que el agotamiento trae algo de calma, como si el cansancio fuese una especie de pantalla de algodón que amortigua el ruido de afuera.

Ayer vino a verme un amigo, yo no quería que me viera así, en este estado semi en ruinas, él insistió y al final le dije "allá tú" y recorrió cien kilómetros para verme. Es un gesto que me emocionó, un gesto que yo he hecho centenares de veces por personas queridas, pensé luego. Me pregunto si percibí alguna vez ese sentimiento en ellos y si yo pude transmitirle a él, ayer, esa gratitud.

Las palabras curan, las palabras iluminan el trayecto. Me pregunto si alguien, en algún lugar de la blogosfera, y siguiendo este blog se habrá emocionado y habrá tomado alguna decisión, si habrá apostado por la ternura contra la regidiez, si habrá mirado a la persona que tiene al lado con otros ojos, si, en definitiva, habrá pensado que el mundo tiene un trazo bello incluso en la noche más oscura.

En cierto momento Alex me preguntó cómo me sentía más a gusto y a mí me vino la idea de que yo me sentía realizado tranmitiendo sentimientos, ayudando a los amigos, haciéndoles reír, mi vida tiene algo de eso, y este blog tiene la vocación de eso.

Sus palabras me ayudaron a comprender y supongo que, tarde o temprano, acabaré aceptando todo lo que me ha ido pasando estos últimos meses. Hoy, sin embargo, he vuelto a dormir poco y a dar demasiadas vueltas a demasiadas cosas. No importa, sé que es un proceso, un camino que me llevará a donde tenga que llevarme.

Luego, por la noche, monté una cena en la terraza de mi piso, éramos siete: mi padre, mi madre, mi tía Carmen, mi tía Manuela, mi sobrino Gerard, mi sobrina Meritxell y yo. Estuve soso, sigo tocado, se ha perdido la alegría, debió irse con las primeras lluvias de la primavera. A todo esto espero que no les afecte a ellos, aunque me temo que sí.

Por la tarde, mientras preparaba la mesa, las nubes tomaron formas raras (antes había caído una tormenta considerable), como la de la foto (unas nubes como un racimo de uvas) y estuve mirando durante mucho tiempo las nubes, me gusta tanto mirar al cielo...

Durante la tarde alguien me envió un vídeo precioso (no lo compartiré porque es muy personal) pero antes, paseando con Alex, creí escuchar una melodía durante un instante... y de madrugada la estuve intentando reconocer. Creo que era ésta:



Pocas canciones tienen alma propia, ésta es una de las que a mí siempre me ha infundido algo que no sé muy bien cómo definir.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

=) mira mucho al cielo entonces, hasta que salgan las fuerzas para mirar algo más. un beso, la canción es preciosa.

El missatger dijo...

Tengo un buen amigo que es actor. Me cuenta que el principal problema que tiene es que a veces se toma demasiado en serio el papel. Entonces respira hondo y recuerda quién es en realidad. Como ya sabe que al cabo de un tiempo le tocará representar otro papel.

Por cierto, bandarra, la ciudad con el río en Meravigliosa creatura es Girona.
Y lo de ojos de sol de uno de los versos me ha encantado.

Salut! I força al mamut!

Anónimo dijo...

Creo que no pararé de escuchar esta canción en todo el fin de semana...

Anónimo dijo...

Meravigliosa cancione, anche meravigliosisimo post!
Es reconfortante ver cómo vas cambiando aquellos sentimientos negativos en positivos y llenos de vida y luz.

Sonrisa amplia y llena de luminosidad,

Amber

Concha Barbero de Dompablo dijo...

¡Vaya! Gracias por la publi, Toni.

Cuando te leo, pienso... este chico debería ser menos sensible, menos idealista y esperar menos de los demás, pero luego me doy cuenta de que si fuera así, no nos deleitarías con tus sentidos textos.

Por decirte algo, sólo tienes que quererte más y lo tendrás todo ;-)

Un abrazo

Espera a la primavera, B... dijo...

Li..*, yo no puedo parar de escucharla (y llevo así desde ayer). Un besazo, niña del norte.

Espera a la primavera, B... dijo...

Roger, yo si respiro muy hondo, en lugar de saber quien soy seguro que hiperventilo, me mareo y caigo redondo. Yo, con respirar poquito ya tengo bastante... (es broma).

Supongo que vivo en el mundo de la ilusión y que, tarde o temprano, volveré a ver con claridad. Gracias por tus certeros consejos, por tu clarividencia. No sé si te lo he dicho pero te quiero un montón.

Un abrazo

Espera a la primavera, B... dijo...

Amber, gracias a tí. Por compartir tu blog, por (en la distancia del silencio de las palabras) hacerme ver que hay cosas que son mucho más importantes que otras. Al comentarte a ti me he ido empapando de un amor a la vida de forma casi intravenosa.

Ayer, hablando con mi amigo, llegué a la conclusión que hemos de aprender de lo malo, que a veces, crisis, crisol, crisálida es casi lo mismo, que perder algo a alguien constituye la oportunidad de sacar todo la enseñanza que se nos brinda.

Un beso. Y mucha fuerza.

Espera a la primavera, B... dijo...

El día que deje de creer en los demás me moriré. Creer en los demás es creer en el ser humano; y creer en el ser humano es creer que lo que yo siento respecto a los demás tiene sentido.

Mi vida tiene sentido en la confianza, en el respeto, pero sobre todo tiene sentido en el cariño y en la ternura. Cuando el ser humano haya desentrañado todas las leyes del universo, cuando haya llegado al último rincón del cosmos, entonces se dará cuenta de que sólo se tiene a sí mismo y tiene al otro. De que sólo le queda la ternura, el contacto, el bienestar es un estado de amor y seguridad por igual.

Concha, no puedo cambiar lo que le motiva a los demás pero sí puedo hacerme fuerte en lo que me mueve a mí.

Un besazo, Concha. Gracias por estar siempre ahí. Mi pepito grillo, mi sabiduría consciente cuando el bicho me lleva en volandas.

LaCuarent dijo...

Me alegra que esas noches sin dormir amortigüen el alma, sigue trasmitiendo sentimientos que eso es lo que somos algunos estan vacios y se nutren de los que tiene un excedente.
Besos
Sigue contemplando el mundo con tus ojos para plasmarlo en tus palabras

Olga Taravilla dijo...

Las palabras siempre encuentran un camino nuevo. Despierto en la ausencia es para ti. Recuerdos desde el norte y un beso.