miércoles, 11 de agosto de 2010

otra noche más

Otra noche en el infierno. Me desperté a la 1:32 h y ya no pude volverme a dormir. Me levanté y leí, me desesperé, pensé y analicé el porqué de todo y decidií que al final uno repite siempre los mismos patrones huyendo siempre de lo mismo hacia el mismo abismo.

Y en la huída uno va dejando cadáveres en la cuneta. Yo he sido uno de tantos otros en esa huida. Sé que me quiso, y quizá hubiera una confianza brutal desde el principio, por eso quizá lo sienta como más traición si cabe, que me cambiara por eso otro (no lo voy a decir) que, sinceramente, yo no veo la ventaja.

Reflexionando me voy calmando. No sé, quizá sea que de tanto pensar ya lo he pensado todo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Odio pensar tanto. Malditas noches lentas llenas de nada. Un beso y ánimo ok?

Anónimo dijo...

La confianza, a veces da asco, o así dicen... A veces pienso que cuanto más te sinceras, te abres y te entregas al otro ser peor te salen las cosas...

Y es que una no podrá pecar de ser excesivamente naïve y confiada. Supongo que a ti te pasa algo similar.

Al profundizar en las relaciones éstas tienden a enturbiarse... Hablo de buena fuente, ya que yo me colgué a mí misma cuando le dije todo lo que él no quería oír y menos saber, pero que me lo rogó hasta la saciedad... Y claro, yo pequé de ser excesivamente directa y de haber dado en el clavo al haberle revelado todos sus miedos más intímos y atávicos. Cosa que ni su mejor amiga en los últimos quince años fue capaz de hacer.

Cuando rompes el status quo y esa burbuja de confort, te dan la patada, como a mí, a pesar de haber estado dispuesta a dejarlo todo por el y al haberme entregado en cuerpo y alma.

Sólo te lo explico, por si acaso te pudiera ayudar en tu caso.

LaCuarent dijo...

La conclusión es buena, progresamos amigo.
Besos

Ah! en estas tórridas noches de insomnio piensa que hay tros que tampoco dormimos y te acompañamos en la distancia aunque los motivos sean distintos.