lunes, 16 de abril de 2018

La maravillosa vida breve


Supongo que ya he escrito esto. Al fin y al cabo escribir es repetir. Siempre he creído que en la vida de las personas hay un par de momentos en los que se le cambia el destino. Uno no se da cuenta hasta años más tarde, pero en el fondo, esos momentos son los que definen nuestro paso por la vida de una forma u otra. Uno nace con un un carácter pero vive enfundado en un personaje que tiene una personalidad creada por la adpatación al medio de ese carácter.

Pero el medio a veces es demasiado fuerte y nos olvidamos de ser quienes somos.

Imagino que estoy simplificando, y ¿qué voy a hacer si esto es sólo un blog en la periferia de una galaxia de información?, pues eso: un puñado de palabras, una mano blandiendo ideas que ni siquiera son del todo mías, porque en el fondo nada de lo aprendido es del todo nuestro. Opiniones sonbre cosas que ocurren y que justifica nuestro ir pasando días, hojas en el calendario (que ya no pasamos porque viven en nuestro teléfono u ordenador). Días que pasan como quien pasa la noche: inconsciente.

Llevo unos días con una sensación extraña, de cambio de ciclo, de vejez prematura, de cambios corporales y de pérdida de motivación en muchas cosas. Supongo que la astenia primaveral tiene mucho que ver, o simplemente que el tiempo empieza a pasar más deprisa cuanto más cerca está del agujero negro de la muerte.

Pero aquí estoy. No he llegado a casi ningún sitio aún, pero visto lo visto, no hubiera podido estar en esta situación sin transitar por cada uno de los millones de segundos que he vivido consciente o inconscientemente.

Vivir es repetirse. VIVIR es tratar de no hacerlo.





1 comentario:

hécuba dijo...

Yo también llevo unos días con una sensación extraña. Será la primavera.