domingo, 26 de mayo de 2013

"Herois de tempesta, amics del bon temps"



Esta mañana el cielo se despertó cubierto de nubes grises, no entiendo muy bien por qué se les suele llamar gris a ese tono azul frío y apagado, pero a mí nunca se me dieron bien las descripciones, así que lo dejaremos en gris y tú y yo sabremos que no estamos hablando de colores absolutos.

 El caso es que hace frío y se me congelan los pies porque escribo cerca de la puerta de la terraza y la tengo abierta para que Ulises y Penélope se pierdan por los tejados. Los gatos tienen una verdadera vocación por los tejados, curiosidad por la niña recién nacida de los vecinos de al lado, y por robarle la comida al otro gato que cohabita con ellos en ese desierto de tejas frías en invierno y ardientes en los días de sol.

Le he cogido cariño a esta vida fácil del día a día, al olor del café por las mañanas, a ver a mis padres a menudo, a trabajar con las manos mis propios inventos, cariño a este oasis de dignidad entre tanta infamia, no me extraña que lo desee conservar y que haya puesto tanto empeño en ello durante los últimos cinco años.

Pero todo tiene un final. Hace tiempo que intuyo que mi destino está lejos del que había sido hasta ahora mi hogar, y desde que empecé a crear mi destino, desde que decidí que el mundo iba a ser mi casa, el piso y la terraza, los tejados y mi laboratorio de inventos, se han ido desdibujando, como si para que pudiera desapegarme de ellos tuviera que cosificarlos, borrarles poco a poco su calidez cubriéndolos poco a poco con una capa de olvido. Me pregunto si Ulises y Penélope se adaptarán a un Universo sin tejados o a un balcón con vistas, si echarán de menos el cielo sobre sus cabezas y si el corazón se les irá envejeciendo por ello como a mí se me va oxidando el mío en cada adiós de los que se van hacia cumplir su destino sin que mi alma quepa en su equipaje.

Imagino que todos los cambios tienen un lado bueno y otro malo, y el lado malo existe porque significa que la vida que uno lleva tiene cosas buenas que dejas atrás; la nostalgia no sería posible si no se tuviera un presente con cosas que echar de menos.

Reconozco que me apego con frecuencia y que si miro atrás no puedo no dejar de sentir que he dejado muchas cosas buenas por el camino. Quizá esa tristeza por lo que no va a volver desvirtúa la felicidad por las cosas que han de venir, pero cuando lo pienso detenidamente acabo por concluir que no tengo la culpa de que el presente sea una isla rodeada de un océano de pasado bajo un cielo de anhelos y esperanzas. Así que me centro en este presente y escribo con nostalgia sobre todo aquello querido que siento haber perdido; es en cierta manera, una forma de gratitud hacia la vida, es una forma de decir "añoro las cosas que me hicieron bien"

Pero no dejo de vivir este día (ha salido el sol) con la constancia del que labra la tierra sin la certeza de que llegará el día en el que recogerá los frutos de su trabajo. Cultivaré un huerto en esta tierra de presente, me lleve donde me lleve la pompa de jabón en la que mi alma habita hasta que un día explote y viaje libre o se disuelva en el aire.

Con el sol llegó el tan esperado calor, y aunque sigo teniendo los pies fríos mientras no dejo de pensar en que, a pesar de no haber hecho demasiado bien las cosas, estoy en un lugar mejor del que hubiera estado si no me hubiera dejado arrastrar por la esperanza y me hubiera empeñado en crear todas estas máquinas que, a día de hoy, son la vía por la que voy saliendo de una situación comprometida. Si me dediqué a desentrañar dónde radica la esencia del agua, si alguna vez tuve otra oportunidad y no la contemplé, es porque siempre pensé que podía aportar algo al mundo, algo que ayudara a la Vida (sí, con mayúsculas) y sí, como ya he dicho en otros posts, me reafirmo: doy por bueno todo lo perdido, todo lo llorado, todo el insomnio, todos los adioses, todas y cada una de los enfados; sólo estoy aprendiendo, sólo estoy preparándome para salir afuera y cambiar una pequeña porción del mundo, mejorar la vida de otras personas.

Porque es lo que más deseo, eso es lo que da sentido a mi vida.

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