viernes, 20 de abril de 2012

No hay un lugar donde esconderse


Su voz a través de la noche, una referencia a ella en la cena con unos amigos, la desconcertante charla de media tarde, tengo una pregunta que sé que no tiene respuesta y me pregunto cómo se puede formular sin que el universo pierda este inestable equilibrio en el que nos balanceamos.

Una estrella fugaz surca el cielo a las tres de la tarde sin que nadie (sólo yo) se dé cuenta.

El arco iris dentro del arco iris a las siete de la tarde sobre el fondo gris marengo del diluvio universal que no deja ver las montañas.

Me quedo sin aliento, algo que no entiendo se comporta como algo que utilizo a todas horas sin que pueda entender cómo ni porqué ha cambiado su finalidad y movimiento. Ella me llama y no puedo hablar más que unos segundos, el silencio es una corrección de dividendos en la cuenta donde deposito todos los momentos en los que te olvido.

Me propongo hacer meditación trascendental a partir de que empiece a encontrarme más en calma y tu nombre suena hueco en mi vacío cuando el vacía se hace. Y entonces pienso "mierda" y luego pienso "deja de pensar en el hueco y en decir mierda" y luego lo dejo porque pienso en que debo dejar de pensar en que debería dejar de pensar cosas. La meditación no está hecha para mí. Bajo al Eroski y me compro un paquete de donettes de chocolate blanco... busco los donenttes nevados pero no hay, no sé ni si todavía existen.

La mañana está siendo rara, no he tenido ninguna llamada y no tengo llamadas por hacer, me dejo ir hacia un lugar extraño y donde todo ocurre a cámara rápida mientras el tiempo pasa muy lento. Sigo con el business plan

Me está quedando bien.

Explico el proyecto en un prólogo que puede rozar lo sentimental. Quizá soy un cursi de mierda y eso lo explicaría todo. Pensar que soy un cursi hace que me hierva la sangre y quiera volver a ser el hombre que era. Miro por internet cuánto cuésta un banco de abdominales y los hay hasta por 29 euros (para uno no frecuente, jo qué tíos, me tienen calado). Escribo algo en el blog (esto que estás leyendo) y mientras lo hago pienso en todo lo que me ha pasado desde que empecé a escribirlo.

Me pregunto cómo serían las cosas si todo hubiera sido distinto y qué grado de culpa tengo en todo esto.

Probablemente mucha.

Toda.

Sigo pensando en la posibilidad de que esta etapa se eternice, pero quiero creer que no puede ser así, que he ido haciendo muchos pasos y si miro hacia atrás veo el punto de partida muy lejano.

Pienso en si se avergonzaban de mí mis parejas.

Pienso en lo que el corazón y el orgullo esconden.

Y en lo mucho que me odio por no ser suficiente, por no ser lo que se esperaba de mí. Por esta franca ruina y por esta esperanza continua que se queda en sólo eso.

Viene mi padre a mi casa, mira la máquina y me dice que no avanzo, que a qué espero. LE digo que estoy haciendo el business plan para presentarlo a inversores. No lo entiende. No entiende a qué me dedico ni por qué no trabajo.

Y me ahogo. De una forma que no puedo explicar me empieza a faltar el aire en los pulmones, y se me deshacen los huesos dentro del cuerpo.

No puedo escribir lo que pienso.

Ya sé lo que estás pensando y tienes toda la razón.

Cuanto más cerca estoy más lejos estoy.

Fin

7 comentarios:

Kaoki dijo...

"Y en lo mucho que me odio por.no ser suficiente..."

Suficiente para quién...?

Para tí?

Para ella?

Como tendriías que haber sido o cómo tendrías que ser para ctú onsiderarte suficiente?

(para mi eres sufiviente...)

Muxu bat

Espera a la primavera, B... dijo...

Disponer de dinero líquido... eso lo hubiera solucionado todo.

Kaoki, un día te darás cuenta de que los idealistas no pueden vivir en el mundo real porque sufren el síndrome de los huesos de cristal.

A veces no se puede hacer nada.

Gracias por tus palabras. Siempre.

Kaoki dijo...

... o quizás seas tú el que se de cuenta de que, después de una fractura ósea, se genera un callo alrededor que refuerza la zona.

Siempre se puede hacer algo...

Un favor... explícame lo del dinero líquido. No puedo creer que eso hubiera solucionado algo que parece estar anclado en el fondo de tu alma... o quizás es precisamente por eso?

Muxu bat

Kaoki dijo...

Vale... me leíste el pensamiento incluso antes de hacerte la pregunta. Tengo la respuesta en tu post de hoy.

Y entiendo mejor tu tristeza, Toni. La vida son continuas elecciones, y algunas escuecen demasiado, verdad?

Tienes razón. Soy una idealista. Confío en que, al final, la vida nos pone a cada uno en el sitio que nos hemos ganado. Y vivo en este mundo. Y no podría decir que soy infeliz. Así que debe de ser compatible la felicidad con el idealismo... creo... otro día te cuento mi truco.

Muxu bat

Muxu bat

Espera a la primavera, B... dijo...

No sé qué decir...

Creo que existe la posibilidad de compartir el mundo con el idealismo. Puede.

Nunca salgas con un ejecutivo, con alguien que trabaje en una multinacional o que haya estudiado en una escuela de negocios.

Siempre estará pensando en qué sacar de ti.

Kaoki dijo...

(pues él se lo perdería... con lo interesante que sería pensar qué meter en mi...)

Ups... perdón... en qué estaría yo pensando.

Espera a la primavera, B... dijo...

No me lo puedo creer... ¿nos estamos poniendo picantes?