martes, 16 de febrero de 2010

Pequeña escuela rosa de sobreensueños escogidos



Le dice que existen dos formas de caer; "como una pluma que juega con el aire o como un plato de loza que se hace añicos contra el suelo". Ella, que es de las que piensan en sus cosas al mismo tiempo que escuchan a los demás piensa que también existen dos formas de añorar "desde mucho antes que el otro se vaya o inmediatamente". Descarta añorar pasado un tiempo porque sabe que la percepción del pasado es anterior a sí mismo y que el futuro carece de relieves como la superficie de un espejo y por lo tanto, resbala.

Quizá tenga la tentación de preguntar algo irrelevante de lo que el otro dice, no para enterarse mejor, sino para ganar tiempo en su discurso interior y por tanto, secreto. "¿y cómo dice que juega la pluma con el aire?" y el otro explicará en vano el vuelo errático y plumífero mientras ella vuelve a retomar el hilo de su pasado inexistente y de su futuro de suelo encerado. Para cuando se dé cuenta de que está dormida ya estará demasiado involucrada en otro sueño. Un sueño en el que salimos todos los que escribimos en un blog de color negro, o de quienes soñamos con vijar un día a Tokio, quizá volará pompas de jabón atadas por un cordel invisible como quien vuela una cometa o pasea un globo.

Nos vemos esta noche dentro de un sueño. Me reconocerás enseguida: soy el de la nariz helada.

1 comentario:

Olga Taravilla dijo...

He visto caer lentamente una pluma, que juega con el aire. También he hecho añicos un plato de loza contra el suelo -eso sí, hace años-. Todavía no entiendo la percepción de un pasado anterior a sí mismo -aunque lo desee- y veo un futuro lleno de matices y, aunque lo intente, todavía no me resbala. A veces pregunto cosas irrelevantes, para ganar tiempo. Escribo en un blog negro, pero.. creo que ya sé en que sueño estoy, aunque a veces me cueste salir de él. No sé si nos veremos en un sueño, pero puede que sueñe lo mismo que tu.