viernes, 5 de febrero de 2010

Me falta tu voz



A veces me odio a muerte por no ser quien tú quieres que sea y me ensaño tanto conmigo mismo que por la mañana me toca barrer trozos de mí mismo que, esparcidos por la casa, como los restos de un espejo, ha ido dejando la escarcha de mis sueños. Porque soñar se me hace fatigoso, se me vuelven las rodillas de mantequilla subiendo una montaña; antes soñaba con encontrarte y ahora... ahora ya no puedo soñar nada mejor, sólo me queda el miedo a perder. He perdido mil veces y mil veces me he levantado quizá porque nunca tuve miedo.

A veces me muevo por oscuros caminos, recorro las calles envuelto en niebla, sonámbulo y extranjero, dicen que alguna vez se ha visto mi sombra subido a una palmera solitaria en medio de una ciudad donde no crecen palmeras. A veces viajo centésimas de kilómetros para pasar sólo por delante de tu casa, busco en google earth y el street view el punto exacto por el que sales todas las mañanas, enfoco a tu ventana, como un vulgar psicópata. Me gusta merodearte las horas y los metros, imaginar los muebles que te envuelven, saber que no vives con otro que no soy yo, que tienes cola de pez y coletas, que no sabes decir sin pensarlo mucho antes ciertas palabras sencillas, que eres toda la cartografía que necesito para llegar a donde quiero.

Ismael Serrano me tomó la palabra...


1 comentario:

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Hola ,Toni: te iba a enviar un mensaje por correo porque veo que últimamente estás de capa caída, pero lo dejo aquí, por si a alguien más le sirve. Y tiene su mérito el tocho que me ha salido, porque apenas tengo tiempo este fin de semana.

¿Cómo decirte a lo que podrías dedicarte? ¡Vaya pregunta tan difícil para vivir fuera de tu mente! Creo que es también algo retórica, porque, con todos los cursos que has hecho de permisos, programación neurolingüística y demás, ya conoces los mecanismos para llegar a saberlo por ti mismo. Ya sabes, lo que buscas está en ti.

Desde luego que a seguir escribiendo. ¿Que no te da para ganarte la vida? Pero sí para darte vida, de momento, y todo se andará. Ya sabes lo que dijo Álex, "Ganarse la vida, como si la tuviéramos perdida!"

Lo que sí creo que deberías hacer es dejar de hablarte mal. Te envías muchos mensajes negativos que tu cerebro capta como reales (lee el libro de Dispenza, Desarrolla tu cerebro, y verás cómo funciona todo esto). Y llegan a serlo.

Y no sólo los piensas, ni sólo los dices… sino que los escribes, para que conste en acta. Así no se olvida ¡Toma ya!

No te creas lo que alguien te dijo en algún momento, que no vas a llegar a ninguna parte, que tú no eres constante (te lo has llegado a creer y dejas cosas inacabadas).

Tampoco te hagas mucho caso de tus propias creencias. Son las mismas que los que te quitaron la confianza en ti. Repites lo mismo, no aportas novedades que te impulsen. A veces lo haces, pero retrocedes ¿Es más cómodo? Pero todo eso ya lo sabes también.

Mírate al espejo cada mañana y dite cosas bonitas, que eres una persona de éxito, que tu vida cada día es mejor, que te sientes bien contigo. No son tonterías, funciona. Ya sabes lo que pasa cuando piensas que chupas un limón: los mecanismos cerebrales reciben la orden y el efecto exterior es el mismo que si lo estuvieras chupando.

No te metas en el bucle del fracaso, porque de ahí no sales. Tú háblate bien, crea y poténcialo con tu trabajo.

Y ya no pienso decirte nada más de estas cosas. Lee mi libro en cuanto salga, que tiene más información al respecto ( Ya sabes, yo… como Umbral :-).