jueves, 8 de octubre de 2009

El extraño oficio de olvidar


Sospecho que el olvido tiene puertas y ventanas por donde se crean corrientes y que tarde o temprano una puerta se desliza lentamente, coge velocidad y se cierra dando un portazo. Supongo tembién, que "el olvido" es un término casi literario, tan necesitados estamos de que nuestra vida sembrada de rutina viva una emoción vestida de palabras que indiquen que esa vida tiene cumbres borrascosas, cien años de soledad, un palacio en la luna.

Lo cierto es que la cabeza olvida, los álbumes de fotos olvidan y por supuesto, hasta el corazón se hace el desmemoriado durante tanto tiempo que acaba también por olvidar. No sé hacia qué dirección van los recuerdos que uno ya no siente, si hacia atrás porque somos un tren que avanza, si hacia abajo porque los enterramos como sepultureros, o hacia arriba porque es como soltar un globo lleno de Helio que se pierde de vista. Lo cierto es que nunca va hacia adelante, los recuerdos que se olvidan ya no vuelven a aparecer en nuestro camino. ¿Quiero decir con ésto que las personas que pasaron por nuestra vida deben desaparecer para siempre? ¿debemos negar que exisitieron y que una vez sentimos profundamente amor, amistad, deseo? Yo creo que no. Creo que somos lo que somos gracias a que aprendimos juntos. Somos lo que somos porque tuvimos que afrontar situaciones nuevas y tuvimos que ingeniárnoslas, escucharnos, escuchar al otro. Sé que hace años, cuando estuvimos juntos, Esther me quiso, y sé que entonces yo la quería. ¿Acaso hay alguien que esté con otra persona y no la quiera?

Duele que eso se acabe. Pero se acaba. A veces incluso se acaba una y otra vez durante un largo período de tiempo. Pero se acaba acabando también. Se acaba sin dejar cabos sueltos, sólo recuerdos. Hoy me preguntaban si volvería con ella. He respondido que no. ¿Porque estás con la chica de la bicicleta? siguieron preguntando. No, respondí, no volvería aunque estuviese solo. Las relaciones se acaban aunque las personas continúen.

A veces las relaciones han de acabar así, un día dejan de estar y no las vuelves a ver. Supongo que hay dos tipos de personas: los que se van del todo y los nunca acaban de irse.

A la chica de la bicicleta la llaman antiguos amores, antiguos amantes. No me importa, sé que está conmigo. Me lo dice: me llamó tal, me llamó cual. Me lo dice y yo sé que al decírmelo exorcisamos el fantasma del secreto, de lo oculto. Sin embargo, al decirle que me había llamado Esther obvió que fue ella quien me llamó y dedujo que yo aún sentía algo indefinido por ella. Cogió su bicicleta y se fue, dejándome con cara de idiota, pensando que tal vez prefería que yo no hubiese correspondido a sus confesiones con las mías.

Se fue con su bicileta calle abajo, sin decirme a dónde iba, sin saber qué venganza tomaría, y yo me quedé pensando que tal vez yo no tenía derecho a descolgar esa llamada de hola ¿qué tal? ¿cómo te va la vida? que para qué voy a engañar, ni me quitó el sueño ni me provocó ningún desasosiego, tal vez me hizo pensar qué rara es la vida y tuve el deseo de que le fuera bien, que diga adiós no significa que no desee lo mejor para con quien ya no tengo contacto.

En cuanto a la chica de la bicicleta, sospecho que a veces es mejor escuchar al otro y callar lo propio. No hemos vuelto a hablar desde que le conté que recibí una llamada lejana. La llamo y no me coge el teléfono.

Empiezo a pensar que uno vale lo que calla, que uno es el personaje y no la persona.

5 comentarios:

Gata dijo...

Pues vaya Toni, como lo siento. No sé respecto a lo que dices al final, no pienso igual, creo q has hecho bien diciéndoselo, la has tratado como a una igual. No me gusta la gente "yo puedo y tu no".

De todos modos ella está cabreada en proporción a lo que te quiere ya o sea q por ese lado va bien, que te quiere ya vaya; pero ahora deberás valorar tu como quieres q te quieran. Castigar con actos no es lo más acertado la verdad...pero depende de las experiencias que haya tenido cada uno en la vida, y creo que ella sabe que por mucho q te empeñes Esther siempre estará dentro de ti...Y eso es bueno pq significa que serás capaz de olvidarla.
En fin, yo soy una extraña y sólo te ofrezco mi ...opinión.

Un abrazo niño

Ch. dijo...

Hay personas por las que se moría en un momento dado. Y se muere. Y uno se queda allí, con cara de difunto, mientras una sombra se sale del cuerpo y mirándote de frente dice con todas las lágrimas del mundo en los ojos: vaya, me morí y que pena que me da.

Luego la sombra adquiere color, deja de transparentar y llega un día en que las manos se utilizan de nuevo para buscar en los recuerdos cómo es qué no hace mucho se murió uno por alguien y cómo se hacía eso de volverse loco de amor.

A estas alturas me daría más tristeza no haber tenido por quién morir que haberlo hecho.

Anónimo dijo...

Pues, tu ultimo paragrafo é a mais pura verdade...

Eos

Genética Inexacta dijo...

Hola niño de letras, te escribo para darte las gracias. Hace algun tiempo te dije que cuando descubrieses el secreto del olvido me lo contases, cumpliste la promesa casi sin querer.

Sigo por aquí, algo más calladita que de costumbre, pero suspirando por tus letras.
Un hombre vale por lo que és, el personaje es solo un aditivo que distrae.

Besotes del este

Nebroa dijo...

Siempre con la verdad, para que amen lo que eres, no lo que quieren que seas, para que te amen, o para que odien, pero por qué callar?
Así el otro, como un día me dijo una persona especial, tendrá siempre la libertad plena de irse o quedarse, sin medias tintas y sin verdades a medias. Libre para irse, libre para quedarse. Si no responde a la llamada hoy, lo hará mañana, quizá necesite un espacio para recordar que privarse de un todo por una parte es un error...