miércoles, 25 de marzo de 2009

El mundo



Quizá exista un lugar en el que no ser ni liebre ni galgo, donde no ser perseguido ni tener que perseguir a nadie. Quizá exista un lugar en el que sentirse a salvo, donde poder cerrar los ojos sin miedo a la oscuridad. En alguna parte debe de existir ese lugar en el que poder volver a soñar con otros horizontes, donde pueda ver el mundo como un lugar habitable.
Mientras tanto, espero.

1 comentario:

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Aunque me repita, ese lugar existe: eres tú.

Es muy confortable acomodarse y acurrucarse en uno mismo, mientras ves cómo algunos se han sentado en la butaca equivocada y otros ya van orientándose hacia el número de fila que les corresponde. Está bien también, como sabes, abrir tu propia cremallera, salir de ti y volver al refugio de tu cuerpo cuando quieras.

Un abrazo