domingo, 26 de enero de 2020

Si el tiempo fuera una ilusión



He encontrado fotos mías de hace veinticinco años. Qué raro todo. Qué tonterías hacía delante de una cámara. Cómo ha cambiado el mundo, Cómo he cambiado yo. Dios mío. Qué ha pasado desde ese entonces. En ese universo de infinitas posibilidades que tenía por delante ¿por qué elegí el camino que estoy transitando?

¿Qué le diría a él si pudiera viajar en el tiempo? No sé, sinceramente. Creo que sería algo así como "no tengas tantos complejos" o "cambia de peinado"o "no te rindas".

Porque si comparo lo que soy con ese que tenía casi todo por delante, no puedo dejar de pensar que en algún momento me rendí frente a una vida que no tenía sentido. Supongo que entonces tenía veinticinco años y cincuenta por delante. Ahora es al revés y tengo la sensación de que he desperdiciado un millón de kilómetros en no llegar a ninguna parte.

Puede que la vida tenga algo de eso: de no tener sentido y no encontrárselo aunque lo busques.

Fue como ver un episodio de Friends. Y yo era un poco como Chendler. El gracioso y el que probablemente se iba a comer el mundo y al final se quedó en nada por su propia neurosis.

El jueves me llamaron para pedirme una cantidad insana de equipos para África. También supe que la semana que viene tendré una reunión con Cruz Roja, parece que esto empieza a funcionar después de tantos años de obcecada terquedad. Ahora sí. Lo sé.

El jueves, mientras todo esto sucedía, un conocido, un buen hombre, con el que había estudiado y con el que no hace mucho había vuelto a encontrarme en un proyecto, murió a causa de las lluvias cuando su coche se lo llevó la corriente. Sigo sin creérmelo.

Vivimos siempre entre la felicidad y la tragedia, a merced de un azar inapelable. Todo lo que vamos a vivir es fruto de un control descontrolado, un querer y un si dejan las circunstancias, miles de planes B dispuestos a ser necesitados en cualquier momento.

Hojas en el viento.

Eso es lo que somos.

La bolsa de plástico bailando en el remolino en la escena de American Beauty.

El hilo de tela de araña que era verdad que unía tu aldea a la mía, pero con otras personas a cada lado.

Otro lugar en el mundo en el que vivimos porque escogimos otra vida y otro destino, que nos llevó sin nosotros quererlo.

Meses después de aquella foto tuve un accidente de tráfico en el que pude haber muerto. A veces creo que me quedé allí y que otro ocupó mi lugar, que alguien dijo que él iba a hacerse cargo de mi vida. Como si hubiera un yo del futuro que se impone al resto de futuros posibles y te maneja como una marioneta.

Como si vivir fuera ir descartando finales.


2 comentarios:

Jo dijo...

Fly me to the moon.

Espera a la primavera, B... dijo...

https://www.youtube.com/watch?v=QEdPe1SxitI