miércoles, 9 de mayo de 2018

La mujer de billones de estrellas en la mirada



Universo quiere que defina cosas.

Ola cuántica quiere conceder cosas.

No sé qué todavía.

Tienes millones de soles brillando en la superfície de tus ojos.

Millones de millones.

Universos infinitos llenos de números infinitos de soles.

Como si todo fuera, en realidad, materia blanca en lugar de oscura.

Y un sólo hilo de tela de araña que nos une.

Daría casi lo que fuera para conocer lo que sea que fuese.

Que pudiera ser.

Me estoy haciendo un viejo cascarrabias sin saber muy bien de dónde viene la cáscara ni si voy a encontrar un fruto.

Me gusta el silencio.

A veces escucho silencios con pájaro piando en alguna rama, o viento... o

¿de dónde vendrá el próximo pensamiento?

¿de qué color será?

¿me llevará con él a alguna parte?

¿contigo?

2 comentarios:

hécuba dijo...

Amarillo, siempre.
A mí también me gusta el silencio.

Espera a la primavera, B... dijo...

Cuando cierro los ojos y me pregunto que qué color aparecerá, casi siempre es amarillo, nunca rojo, azul a veces (pocas).

Nada mejor que el silencio.

A veces tengo la sensación de intervalo, de algo suspendido, como si sin la gravedad no pudiera existir el tiempo, de que todo lo que flota es, en realidad, algo con vocación de eterno.