martes, 25 de agosto de 2015

Ya sé que me repito, que soy un idiota, un ñoño, un empalagoso que sólo habla de lo imposible que le resulta vivir sin ti, pero sigue viviendo con sus proyectos, sus medias verdades y todas sus mentiras. Bueno, voy a serte sincero, yo sospecho que lo nuestro es imposible, no porque seamos inconmpatibles, sino porque de algún modo me he acostumbrado a que las cosas se acaben. Y ¿sabes? me cuesta creer que pueda sobrevivir a que lo nuestro se acabara. No en plan "ay, dios mío, ¿qué voy a hacer?" sino más bien a que no seré el mismo. Y me gusta el que soy, entre otras cosas, porque eres posible.


Me gustaría que un día me llegaran las palabras adecuadas, no este desboque de ideas que no saben ser frases, que sólo tienden a algo imposible de explicar, que no saben ser tan humanas como somos tú y yo, que no se cuentan como se cuenta un cuento porque para que salgan por la puerta se le acaban por podar las magias que uno tiene dentro. Supongo que para escribir con mayúsculas se debe tener un talento que no me alcanza con lo que tengo, y luego, claro, está eso de convertirlo todo en un oficio.

Y tener suerte.

Y tener padrinos.

Y algo que contar, crear una obra completa, no sé. Creo que a uno la vida se le pasa tratando de convertir el deseo en su trabajo, y que mientras eso ocurre, uno acaba por trabajar para pagar lo necesario para seguir teniendo sueños a los que recurrir cuando la realidad no le alcance.

Pero he de confesarte un secreto. Hay días en que lo daría todo por saber que algo de lo que escribo consigue emocionarte. A veces sueño que la piel se te eriza sólo con pensar que lo he escrito para ti. No sabría cómo describirlo; quizá sabemos que en otro universo paralelo tú y yo vivimos juntos, dormimos todas las noches en la misma cama, leemos los mismos libros, despertamos sin ganas de ser otros distintos a los que somos.

Y yo no tengo sueños de ser escritor porque yo sólo lo quiero ser para que tú, de algún modo, me quieras.

7 comentarios:

Amapola Azzul dijo...

Ella te querrá seas escritor o no.
Bs.

Espera a la primavera, B... dijo...

Tal vez.

O tal vez no.

Luna Méndez dijo...


Yo creo que lo que cuesta es sobrevivir al cambio... Que tú seas imposible, o posible pero de una forma diferente.

Por lo menos así lo veo yo.


Por eso a veces yo me encierro en mis universos paralelos/internos/imaginarios y disfruto de la realidad como yo la quiero. Con los que yo quiero en ella.

Jo dijo...

hace unos días me he encontrado en un anaquel de mi propiedad un libro que hace tiempo adquirí y que creo subestimé por su tamaño pequeño y que a simple vista "ligero" de leer

se llama "Pequeño Museo de la Melancolía"
en una hora o quizá un poquito mas lo terminas... conforme avance y lo fui leyendo te tuve en mente
y a quien le dedicas estas lineas que yo como vouyer acudo porque me intriga y a veces quisiera saber que sigue...

me acorde mucho de ti por la naturaleza de la historia, por el contexto sobre escenarios que a veces no son propicios para los encuentros...

me quede muy triste, pero tambien con esperanza
y eso me sucede contigo cada que acudo aqui.

ya quisiera yo que alguien me escribiera ASI.

no dejes de escribir ya sea para ella o para ti

Espera a la primavera, B... dijo...

Los universos propios siempre son mejores que los ajenos. Están tan llenos de irrealidad que son como obras de arte dentro de pompas de jabón que acaban estallando sin dejar rastro.

Gracias por tus palabras.

Besos

Espera a la primavera, B... dijo...

Hace un rato alguien que apenas me conoce, me ha descrito tan bien que casi me caigo de la silla. Es más, me ha dicho que el otro día escuchó una canción y le recordó a mí. Es la canción más vengativa del mundo.

Así que pensó algo así como "el cabrón vengativo", supongo.

Creo que lo que ha ocurrido es que la melancolía sustituyó a la rabia por que la rabia es obscena y me di cuenta (tarde) que la tristeza se perdona pero nunca se disculpa la mezquindad.

Supongo que al final todo acaba en el mismo sitio y no puedes engañar a nadie. Hoy he comprendido eso de dejar atrás el pasado para poder empezar de nuevo.

Pero claro, comiendo, entre los dos, nos hemos bebido una botella de vino y no sé si eso es una buena forma de empezar nada bueno.

Aunque quizá sí.

Gracias por pensar en mi, aunque sea en clave de melancolía.

Jo dijo...

si te animas puedo regalarte ese libro. de verdad :)


un abrazo
y claro si no quieres no cuelgues este mensaje jeje


me releí que se me pasaron poner unas tildes! ayy es un defecto que tengo cuando escribo en ordenador