martes, 9 de abril de 2013

Tu parte de mi vida

Yo sé que crees que ya no me acuerdo de ti, que acordarse tiene que tener necesariamente algo relacionado con cuerdas y que las cuerdas solo sirven para atar, de una forma u otra, cosas a cosas, personas a cosas, personas a personas; pero yo no sé si recordar tiene que ver con todo eso. Bueno, el caso es que me acuerdo de ti y, aunque no lo diga en voz alta, a veces (pocas, cada vez menos) me llegas desde lejos, como  esa molestia en mi lesión en la rodilla, que sólo se manifiesta cuando va a cambiar el tiempo, cuando llega el frío.



No sabría decir el porqué de todo este tiempo de silencio, de veras que no lo sé, de repente me quedé mudo, sin nada qué explicar, el mundo me invadió con sus lúgubres y efímeras conquistas, con sus ilusionantes ilusiones, su neón y su futuro lleno de posibilidades. Reconozco que soy un apostador nato, siempre apuesto por la vida, me quedo en un rincón tratando de atrapar el mundo en unas pocas partidas de póker, pero casi siempre pierdo lo justo para poder seguir apostando. Sé que tarde o temprano llegará una buena mano y me retiraré para siempre, pero por ahora no acaba de llegar... y el tiempo pasa.

El tiempo pasa, me hago viejo, me salen achaques, gano experiencia en cosas que no se van a repetir y sigo siendo un aprendiz de las que van apareciendo, por lo que parece que no aprendo, pero sí, si lo hago, cada día mi capacidad de asombro mejora como el vino, no es mayor ni menor, simplemente se hace más selecta,  me sorprenden pocas cosas pero siempre me hacen sonreír o decir "lo había imaginado".

Quizá por eso hoy me acordé de ti, porque cada vez que gano o pierdo algo me ata, y esto que me ata a ti tiene mucho de selva y de locura y de cordura, y de distancia y de tiempo que ya no es tiempo, porque yo empiezo a recuperar mi capacidad de ser el que soy y entre todo eso que soy hay un mundo que, de una forma que no entiendo del todo, no puedo dejar de amar de una forma cálida y sencilla.

Hoy sé que voy a escribir esa novela, no que voy a reescribir un texto que se quedó a medias, ni una historia que no me salga desde el alma.

Y que tú vas a estar a mi lado.

En la distancia o en esta pantalla que estás leyendo.

Pero vas a estar porque ya hace mucho tiempo que estás aquí, entre todas estas palabras que se hilvanan casi solas y que buscan, de una forma u otra, emocionarte hasta la médula.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta entrada es preciosa. Y la foto.
Besos

S.

Espera a la primavera, B... dijo...

A veces no me acuerdo de lo que escribo, ya sabes; es como un trance en el que uno no es uno del todo; he releído la entrada. Es como si no la hubiera escrito yo... pero recuerdo la foto y sé que pensé en otra orilla, tan lejana a la mía, que sé que nunca la alcanzaría a nado.

Besos

Toni