martes, 26 de noviembre de 2019

La vida es un muelle que al final se rompe



Si pudiera viajar en el tiempo iría hacia atrás hasta encontrarme de nuevo contigo, y esta vez no dejaría que ocurriese esa hecatombe en mi vida, esa en la que tú y yo sólo somos amigos que nos vemos de vez en cuando y hablamos de casi todo y nos reímos de nuestras ocurrencias y en la que tú no sabes que escribo por ti desde hace una infinidad y en la que a veces vuelvo a soñar con que un día todo cambie.

Nunca nada cambia. Es la ley inmutable de la distancia. Lo que está bien permanece así durante años. O sucede desde el principio o se queda todo en igual para siempre.

Siempre es una palabra que no me gusta porque cada vez que la digo en voz alta se escapa algo de mi vida, sale volando para no volver jamás.

El caso es que si pudiera vivir de nuevo aquel tiempo tengo la sensación de que las cosas no hubieran salido bien. Llevo años siendo una barca en una tormenta. Nunca me acabo de hundir, pero sigo sin rumbo.

A veces me pregunto qué hubiera sido de mi si te hubiera olvidado y hubiera conocido a otra mujer con la que vivir en pareja. Si hubiera podido sobrevivir a eso a cambio de un mal llevado orden cotidiano, pero entonces recuerdo que en el fondo yo soy uno de esos aventureros que salen sin muchos recursos en pos de El Dorado y les lleva la vida encontrarlo.

Sé que en el fondo eso ha sido una maldición aunque pensara que era una oportunidad.

Dicen que se puede medir la inconsciencia de una empresa por el tamaño del botín al que se aspira.
Me hubiera gustado creer que las cosas iban a salir bien, pero ya sabía que no sería fácil.

Si pudiera viajar en el tiempo hacia atrás quizá dejaría las cosas como están.

Pero tengo claro que si en mi vida, algún día, existe la posibilidad de encontrarnos, viajaría ahora mismo el tiempo hacia adelante para vivir ese momento ahora.

En un universo de infinitas posibilidades yo elegiría una sola.

Pero siguen siendo infinitas y el tiempo se va diluyendo en todas ellas.

Nos veremos en Coney Island.

En el muelle de madera. Sonará algo así



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