martes, 13 de diciembre de 2022

Lo que pasa en Las Vegas

 


En el minuto 2:10 del video cuando ellos están en una habitación de un hotel en Las Vegas he reconocido qué hotel era, porque yo me hospedé en él. La ventana estaba orientada al mismo lugar, era algo así como un aeropuerto para aviones pequeños, se oían los motores desde bien temprano... con el jet lag pasaba un buen tiempo despierto por la noche y me dedicaba a mirar por la ventana, sin creerme que alguien como yo estuviera en un lugar como ese haciendo lo que estaba haciendo.

Eso fue hace tres años y medio.

Aquel día subí en el ascensor con ella. Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. Íbamos a plantas distintas, yo dejé de ir a un club de stripteese por acompañarla desde la discoteca en la que estábamos hasta el hotel. Había un camino oscuro y era de noche. Nos caíamos bien desde hacía años. Enero en Las Vegas no es precisamente Japón y sus cerezos en flor por primavera. 

Días después tenía que haber ido a San Francisco a hacer un tour por Universidades... Standford, Caltech,  y por oficinas de los GAFA... Google, Apple, Facebook, Amazon, pero al final no fui a pesar de que la comisión europea me llevaba. Preferí volver antes, tenía la intuición de que debía volver y acerté. Siempre me he preguntado en qué hubiera cambiado mi vida presentar mi proyecto enfrente de los Google y compañía. Nunca lo sabré.

Somos lo que queda de las decisiones que tomamos, la perseverancia con la que perseguimos nuestros sueños y la capacidad de transmitirlos al equipo con el que trabajas todos los días.







sábado, 10 de diciembre de 2022

Te voy a escribir



No creo que te acuerdes, fue durante el surf camp de 2008 en Somo, no hay nada ni nadie que pueda arrancarme de aquella tarde en la playa. No sé, creo que no voy a seguir por ahí.

Siempre escribo que si volviera a nacer haría lo mismo que he hecho en esta vida que he vivido, pero no es cierto del todo. Me alegra haber visto cosas y haber viajado, haberme dado cuenta de que vivimos en una realidad moldeable y llena de señales por todas partes, me llena haber elegido vivir en esta familia y en este estado semi eterno de esperanza y creer en un futuro mejor, pero no sé si equivoqué el camino o sólo es inicio de empezar otra etapa. 

Creo que daría lo que fuera por saber escribir bien. A veces siento que estuve cerca, cuando tú me leías y me animabas a seguir haciéndolo. No puedo evitar pensar en que acabé siendo la persona que no quería ser adaptándome a lo que sí quería hacer mientras soñaba con la vida que quizá había venido a conquistar. Intuyo que no seré un escritor de novelas, pero me gustaría escribir al menos una, la que creo que he venido a contar y que, probablemente no podría si no hubiera vivido la otra vida, la equivocada. 

La que uno elige porque cree que puede asegurar la otra, la de verdad, con la que te sentirías como en casa aunque tuviera más dificultades que la ya torpemente vivida. La vida en la que hubiera conocido a tu madre y hubieras nacido de ella, la de buscar y buscar palabras en lugar de máquinas en un catálogo para llegar a fin de mes y echarte de menos sabiendo que no existes porque no estabas en el futuro torcido de mis decisiones. 

Te voy a escribir esta novela.