lunes, 30 de enero de 2023

Todo lo que pude haber sido y no soy

 



C no responde a mi llamada ni al mensaje que le he enviado esta tarde. Tendría que ser más idiota de lo que realmente soy si creyese que he tenido una oportunidad de hablar con ella. Me lo tengo merecido, lo sé, pero esta vez intuía que existía una mínima probabilidad de que me quisiera. Esta vez sí, esta vez ella sí.

No sé si voy a tener ganas de seguir con todo esto para adelante. Sigue la conjunción de Urano sobre mi Saturno natal en la casa de la muerte y en más o menos un mes me darán el resultado de lo del corazón. Creo que no voy a tener nada de lo que preocuparme, a pesar de que el espíritu de mi madre me dijo que pronto nos veríamos.

No tengo miedo a la muerte. Es más, no me desagrada la idea de dejar de pelear por lo que lo estoy haciendo. Supongo que  C habrá intuido eso que tarde o temprano acaba por decantar la balanza de los que alguna vez han querido quererme. Siempre he pensado que no estaría mucho tiempo vivo, quizá cuando leas esto ya no lo esté. Espero que te importe tanto como a mí, es decir; nada.

A veces pienso en lo bonito que podría haber sido estar sobre la superficie de este planeta y lo mal que lo he hecho a pesar de lo bien que me lo habían dejado todos. En el fondo sé que C estará mejor sin mí, sin alguien como yo.

En el fondo sé que todo el mundo estará mejor sin mí; sin este yo que soy, sin esta versión de lo que podía haber sido y no seré jamás.

Pero todo acaba por llegar.

Tres meses. Tres meses y todo habrá acabado.





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